Podredumbre como corrupción política (metáfora)
"Odio la pulcritud porque me suena a negación. Te gusta eliminar la evidencia. Pero a mí me gusta lo evidente. Me gusta ver las cosas como son… Nada tengo contra el olor de la podredumbre pero si mucho contra aquello que simula el hedor de lo podrido en los Estados Unidos de América."
En esta metáfora, Braschi utiliza el olor de la podredumbre como símbolo de la corrupción política. Al mencionar que prefiere lo evidente y aborrece la pulcritud que simula lo podrido, sugiere que la corrupción está presente, aunque se intente ocultar. La metáfora refleja una crítica a la hipocresía y a la negación de los problemas subyacentes en la política estadounidense.
El mundo como una orgía de placer (metáfora)
"El mundo está invadido de sexos y de seres. El mundo es una orgía de placer."
En esta metáfora, Giannina Braschi personifica al mundo como un ente invadido por sexos y seres, utilizando el término "orgía de placer". La metáfora implica una intensidad sensual y una profusión de vitalidad. El uso de la palabra "orgía" sugiere una saturación sensorial y una fusión de experiencias, transformando la realidad en un estado de exuberancia y gozo.
Asesino en serie como el espíritu de la nación (metáfora)
"Quién puede encarnar mejor el espíritu de este país que un asesino en serie—un francotirador psicópata que en Washington DC mata transeúntes al azar y pide luego un rescate para detener la sangría."
En esta metáfora, Braschi compara metafóricamente al asesino en serie con el espíritu de la nación. La elección del asesino como encarnación del país resalta la violencia, la impulsividad y la falta de valores éticos en la sociedad. La imagen del asesino en serie se convierte en una metáfora de la naturaleza destructiva y despiadada de la nación.
El espíritu como una copa de champán (metáfora)
"En la era romántica, el espíritu desborda a la materia. La copa de champán no puede contener las burbujas".
Aquí, Braschi emplea la metáfora de una copa de champán desbordando para ilustrar la relación entre el espíritu y la materia durante la era romántica. La imagen de las burbujas que rebasan la copa sugiere un exceso de espiritualidad y creatividad que desborda las limitaciones materiales. Esta metáfora resalta la efervescencia del periodo romántico y la tensión entre los aspectos espirituales y materiales de la existencia.