El ruido (símbolo)
El ruido o sonido es una imagen simbólica que atraviesa la novela de principio a fin. Uno de los principales causantes del ruido son los gritos, gemidos y llantos de Benjamin Compson, que al no tener la facultad de articular en un lenguaje complejo sus deseos, no tiene otra alternativa que hacerse entender del mismo modo que lo haría un niño pequeño. Ben berrea desde las primeras horas de la mañana hasta las últimas horas de la noche. Otro causante constante de sonido es el de los segunderos de los relojes, por ejemplo, el de la casa de los Compson y el del señor Quentin. El ruido simboliza el desasosiego, la inquietud permanente con la cual viven todos los personajes de la novela.
La furia (motivo)
La furia es un motivo de la novela. Cada personaje protagonista tiene sus propias razones para sentir furia, desesperación e impotencia. En el caso de Ben, berrea permanentemente para dar a entender lo que necesita y esto le ha forjado un mal genio insoportable. En el caso del señor Quentin, es un personaje que vive con la desesperación constante de cumplir con sus obligaciones en tiempo y forma. No puede evitar estar pendiente del tiempo y del reloj, al que en una oportunidad se refiere como “contando una ruidosa mentira”. Finalmente, la trampa judicial en la que se ve inmerso representa su desesperación y caída final, abandonando su pueblo y la formalidad de su proyecto de vida. Por último, el talante de Jason Compson está atravesado por la furia. Es un personaje inteligente, aunque odioso con ciertos grupos sociales como lo son las mujeres, los judíos, su propia familia, la falta de oportunidades y el fracaso. Su odio hacia su sobrina, la señorita Quentin, finalmente lo lleva hacia el corolario de un dramático final.
El dinero (motivo)
El dinero juega un rol preponderante en el desenlace de la novela. La señora Compson y su marido debieron vender una importante parcela de terreno para poder enviar a su hijo Quentin a la Universidad de Harvard. Esto representó una pérdida del estatus económico, pero una apuesta a que su hijo obtenga una buena educación. Dicho proyecto se ve malogrado con la desaparición de Quentin. Por otro lado, Jason Compson es un pequeñoburgués desesperado por los movimientos de los valores de la Bolsa de Nueva York, vive interesado en comprar acciones o realizar movimientos financieros, pero generalmente llega tarde a dichas oportunidades. Por último, el desenlace final de novela tiene como motivo el descubrimiento de la señorita Quentin del dinero que le había enviado su madre, Caddy, y que había sido ocultado por su tío, Jason. La señorita descubre el escondite de los tres mil dólares, los toma y huye de la casa de los Compson, para nunca más ser hallada. Por lo tanto, el dinero es un motivo que se repite y atraviesa el punto de vista de cada personaje.
La familia (símbolo)
La novela narra una parte de la historia de la familia Compson. Es una familia de clase media norteamericana, que en un principio se encuentra acomodada económicamente. La venta de la importante parcela de terreno para enviar a Quentin a la Universidad de Harvard es una primera acción que resulta económicamente desfavorable para la familia, sobre todo porque Quentin renuncia al proyecto de graduarse en la universidad y esa gran inversión se ve malograda. Por otro lado, el nacimiento de Ben, un hijo con algún tipo de condición de retraso mental, representa una dificultad en la productividad de la familia, ya que es una persona que precisa cuidado permanente y que además irrumpe constantemente en el descanso y la tranquilidad del hogar. La señora Compson nunca quiso enviar a Ben a un sitio de cuidado especial en la localidad de Jackson, y esta decisión atraviesa la suerte de cada uno de los miembros de la familia, puesto que se ven obligados a destinar mucho tiempo a su cuidado. Por último, tanto Caddy Compson como su hija, Quentin, acaban escapándose cada una a su determinado momento, al igual que el señor Quentin. Estas huidas representan un indicio de que la familia Compson se encuentra en un proceso de desfragmentación. Por lo tanto, la familia Compson es un símbolo de lo que puede verse comúnmente en las familias de las sociedades occidentales, donde los problemas vinculares atraviesan el núcleo familiar, desfragmentándolo generación tras generación.
La huida (símbolo)
La huida es un símbolo que representa la solución al dilema existencial de permanecer en el seno de una familia en proceso de fragmentación, como lo es la familia Compson, o bien apostar a forjar una vida distinta, con sus riesgos y sus promesas, lejos del seno familiar. La huida es una decisión que se toma en un momento de harta desesperación, donde las posibilidades de forjar un futuro en el sitio donde actualmente son prácticamente nulas. Tres de los principales personajes de la novela toman la decisión de huir. El señor Quentin decide abandonar su vida de hijo primigenio y estudiante de Harvard, luego de colmar su desesperación durante el vergonzante episodio judicial en el cual se lo culpa de un supuesto secuestro. Su hermana, Caddy, huye también, desesperada por reducir su vida a la crianza de su hermano Ben, y sin un espacio personal para desarrollarse como mujer madura. La hija de Caddy, la señorita Quentin, huye de la casa de los Compson, donde su tío Jason, cabeza de familia, no dejaba de perseguirla y oprimirla. Al encontrar el dinero que Jason había ocultado, ve la oportunidad para huir, apenas iniciando su adolescencia.