La historia sigue a Menelao, un individuo joven e incomprendido, que ha sido abandonado por su madre divorciada en un apartamento. La novela se narra a través de un collage de acciones, grabaciones, diarios y resúmenes de acontecimientos pasados, desde distintos puntos de vista. Menelao está decidido a reavivar su relación con Gisela, una joven de clase baja de la que está encaprichado. A menudo miente a sus amigos para aparentar ser un amante más experimentado.
A lo largo de la novela, Menelao está preocupado por dos asuntos: su relación con Gisela, a la que quiere seducir, y la desintegración de su familia. Está desesperado por ganarse el afecto de Gisela, pero sus intentos de seducción siempre acaban en desastre. También la culpa de su ruptura con su padre, que desaprueba su bajo estatus social. Menelao también está preocupado por la ausencia de su madre, que le dejó sin recursos.
La novela está llena de momentos humorísticos, como cuando Menelao intenta seducir a Gisela escribiéndole por todo el cuerpo con un rotulador mágico, o cuando son interrumpidos por el cobrador del alquiler. La libertad de Menelao es involuntaria, ya que su madre se ha marchado y su padre, agobiado por su segunda mujer, ha dejado que la situación se le fuera de las manos. Desde que se ha quedado con toda la libertad, Menelao pasa la mayor parte del tiempo con sus amigos si no está con Gisela.
Traza sus rutas por la ciudad, dando al lector una imagen precisa de su paradero. Menelao lleva a su abuela senil al Parque de Chapultepec, durante el cual muere. La novela concluye sin que ocurra nada y sin resolución, como un recordatorio del hecho de que Menelao y su sociedad están desorientados y confusos.