Hombres necios que acusáis

Hombres necios que acusáis Símbolos, Alegoría y Motivos

Thais (Símbolo)

En la quinta estrofa del poema encontramos dos alusiones históricas a mujeres famosas. La primera de ellas es Thais, que simboliza el comportamiento de las mujeres sexualmente disponibles y abiertas a los deseos de los hombres. Esto se debe a que Thais, en la Antigüedad Griega, más específicamente en el siglo IV a.C., es una cortesana amante de Alejandro Magno. En la mitología, ella lo incita a incendiar Persépolis durante la guerra contra el Imperio Persa. Cuando él muere, ella se convierte en amante de Ptolomeo I, un militar al servicio de Alejandro. En diferentes relatos, aparece como una mujer desafiante, divertida y bella. En el poema de Sor Juana, pues, representa a la porción de las mujeres que acceden a las pretensiones sexuales de los varones: "para pretendida, Thais" (v. 19). En otras palabras, para satisfacer sus deseos, ellos buscan en las mujeres una actitud como la de la cortesana griega.

Lucrecia (Símbolo)

También en la quinta estrofa del poema encontramos la alusión a Lucrecia, que, contrapuesta a Thais, simboliza a las mujeres castas, puras, fieles y decentes. En la historia de la Antigua Roma, Lucrecia es hija de un hombre ilustre y esposa de Colatino, un político célebre y poderoso. Su primo, Sexto Tarquino, hijo del último rey de Roma, viola a Lucrecia y, por ese motivo, ella se suicida. Además, esta violación tiene implicaciones políticas muy fuertes: desencadena una revolución que derroca la monarquía. En la narración de Tito Livio, principal historiador romano, Lucrecia es bella, servicial y honesta, es decir, una esposa como corresponde. En el momento de la violación, ella procura ante todo proteger el honor de su marido. Gracias a estos relatos, ella funciona como símbolo de la fidelidad, la pureza, la dignidad y la decencia femeninas, ya que se suicida porque la violación implica un deshonor. Dentro del poema de Sor Juana, los hombres desean a mujeres como Thais para satisfacer sus deseos sexuales, pero quieren que sus esposas se comporten como Lucrecia.

La visión satírica de la prostituta (Motivo)

Tal como analiza Jaime Martínez, este poema pertenece a la producción satírico-burlesca de Sor Juana Inés de la Cruz, ya que propone una crítica, ridiculiza a los hombres y defiende una visión moral de un sistema injusto que corrompe a las mujeres. En ese sentido, "Hombres necios que acusáis" establece una inversión: dentro de la sátira hay una larga tradición de textos antifeministas y, en particular, obras que atacan a las prostitutas y se ríen de ellas. Sor Juana hace justamente lo contrario: usa la sátira para crear un texto que denuncia y ridiculiza a los hombres, su falta de moderación sexual y su hipocresía. En particular, en la decimocuarta estrofa, la poeta retoma el motivo de la visión satírica de la prostituta y lo da vuelta: "¿O cuál es más de culpar / aunque cualquiera mal haga: / la que peca por la paga, / o el que paga por pecar?" (vv. 53-56). En estos versos, queda claro el planteo de Martínez: este poema no es una defensa de las virtudes de las mujeres, sino un ataque contra los hombres, ya que afirma que ambos hacen el mal ("aunque cualquiera mal haga"), ambos son pecadores, pero, mientras las mujeres se encuentran en una situación subordinada, los hombres deciden pecar activamente.

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