La apariencia de las mujeres
En la primera escena, Cleonice le cuenta a Lisístrata lo que hacen las mujeres y cómo deben estar en el hogar. Entonces da una imagen visual acerca de su apariencia. Dice: "Y, ¿qué plan sensato o inteligente podrían realizar las mujeres si lo nuestro es permanecer sentadas, bien pintaditas, luciendo la túnica azafranada y adornadas con el vestido recto y con las zapatillas de moda?" (p. 111).
Dos soldados en el mercado
Las mujeres están totalmente indignadas y hartas de la guerra. Afirman que esta se ha inmiscuido en cada rincón de la vida cotidiana. Cleonice describe entonces, a través de las siguientes imágenes, a dos soldados que vio en el mercado: "Yo he visto a un capitán montado a caballo, con larga melena, echar en el casco de bronce puré de lentejas que le vendía una vieja. Y otro, un tracio que agitaba su escudo ligero y su jabalina, como Tereo, asustaba a la vendedora de higos secos y se tragaba los maduros" (p. 138).