Scarlett se entera recién al final que no ama verdaderamente a Ashley (ironía dramática)
Solo hacia el final de la historia, Scarlett se da cuenta de algo que ignoró durante toda su vida. Se trata de una información muy particular, puesto que es sentimental y se vincula con ella misma. Creyendo que siempre había amado a Ashley y que debía obtener su cariño y su mano como esposo, se termina dando cuenta de que en realidad se había encaprichado con él.
Cuando sus padres le asignan un marido que Scarlett rechaza porque es impuesto, expresa que su amor solo puede dirigirse a Ashley, quien también parece estar enamorado de ella. Sin embargo, hacia el final de su tercer matrimonio, Scarlett se da cuenta de que ella verdaderamente ama a su tercer marido, Rhett. En ese punto, ya es demasiado tarde, puesto que este hombre se ha cansado de los vaivenes emocionales de Scarlett.
Scarlett y Melanie terminan siendo muy amigas, aunque compitan por el mismo hombre (ironía situacional)
El hecho de atravesar juntas la Guerra Civil les lleva a conformar un vínculo muy fuerte y cercano. De este modo, incluso cuando la hermana de Scarlett pretende difundir un rumor falso acerca de Scarlett y Ashley, Melanie elige confiar en la confianza depositada en Scarlett.
Si bien Scarlett siempre dijo amar a Ashley, irónicamente, terminó haciendo todo lo contrario a lo esperado: nunca consiguió estar cerca suyo, sino que más bien terminó respetando el vínculo de este hombre con su prima y amiga, Melanie, a quien ayudó a proteger en los peores momentos.
Rhett se burla de la inteligencia de Scarlett (ironía verbal)
“¡Vaya, Scarlett! ¡Debes haber estado leyendo un periódico! Estoy sorprendido de ti. No lo vuelvas a hacer. Confunde el cerebro de las mujeres”.
Irónicamente, Rhett trata de “informada” y “conocedora” a Scarlett queriendo decir todo lo contrario, que es que en realidad su esposa no entiende nada de actualidad ni de política. Es más, considera que ni siquiera debería involucrarse en esos asuntos, pues solo corresponden a los hombres.