Zosima en ceremonia (imagen visual)
“El stárets Zosima apareció en compañía de Aliosha y de otro novicio. Los hieromonjes se levantaron y lo saludaron con una profundísima reverencia, rozando el suelo con los dedos; acto seguido, tras ser bendecidos, le besaron la mano. Después de impartir su bendición, el stárets respondió a cada uno de ellos con idéntica reverencia, rozando el suelo con los dedos, y a cada uno de ellos les pidió a su vez la bendición”.
Esta imagen corresponde a una ceremonia que se está realizando en el monasterio de Zosima. Hay quienes son creyentes y hay quienes son incrédulos. Lo que es destacable del carácter de Zosima es su humildad.
Él pretende que los demás lo vean como a un igual, por lo que los respeta del mismo modo que ellos a él. Es así que, como apreciamos en esta descripción de su comportamiento, él también hace reverencias como las que recibe, sin hacer distinción alguna.
Cadencia de Grushenka al hablar (imagen auditiva)
“Era evidente que Grúshenka encontraba en esa cadencia alargada y en esas sílabas y sonidos exageradamente almibarados algo bello. […]. Y, sin embargo, esa manera de pronunciar y de entonar las palabras a Aliosha le parecía una contradicción casi imposible con la expresión ingenuamente infantil y jubilosa del rostro, con el resplandor de los ojos, dulce y feliz, como los de un recién nacido”.
En una ocasión, Alyosha se encuentra hablando con Grushenka, la mujer que está en disputa entre su hermano Dimitri y su padre Fyodor. Alyosha no puede evitar reparar en el modo de hablar que tiene la muchacha.
Le parece que arrastra las palabras de un forma desagradable, lo que contrasta demasiado con su aspecto dulce e infantil. Alyosha atribuye este hábito a una suerte de mala educación recibida en la infancia.
Smerdiakov cocinero (imagen visual)
“El impecable joven nunca respondía, pero procedía de la misma manera con el pan, la carne y toda la comida: levantaba un trozo con el tenedor y lo estudiaba a la luz como con un microscopio y, después de tomarse mucho rato para decidir, se decidía a llevárselo a la boca. «Vaya un señorito nos ha salido», murmuraba Grigori, mirándolo. Fiódor Pávlovich, puesto al corriente de esta nueva cualidad de Smerdiakov, determinó al instante que sería cocinero y lo envió a Moscú a aprender el oficio. Allí pasó varios años y volvió muy cambiado de aspecto”.
Smerdiakov es el hijo ilegítimo de Fyodor, que trabaja como sirviente en su casa y que ha sido adoptado por los criados. Al parecer, desde pequeño, Smerdiakov dejó en evidencia que era diferente a los demás.
Además de sufrir una enfermedad incurable, como lo es la epilepsia, tenía conductas algo extrañas, como las de quedarse observando algo en demasía.
En este caso, luego de quedarse largo tiempo contemplando cada alimento recibido, Fyodor decide enviarlo a estudiar para que se convierta en chef.
Un tufo pestilente (imagen olfativa)
“El caso es que, poco a poco, había empezado a surgir del ataúd un tufo pestilente que cada vez era más evidente, y hacia las tres de la tarde resultaba ya muy intenso y no hacía más que agudizarse”.
Luego de que el padre Zosima fallece, todos sus fieles tienen la expectativa de que su cuerpo sagrado y puro dé muestras de su fe.
Sin embargo, el cuerpo de Zosima se descompone como el de cualquier otra persona y, por lo tanto, comienza a expulsar un olor nauseabundo que, poco a poco, los fieles y los incrédulos comienzan a notar.
De alguna manera extraña, todos ellos se alegran, a pesar de la desilusión, puesto que esto revela que el padre no era tan perfecto como parecía.