“Fiodor Pavlovitch era uno de esos hombres corrompidos que, al mismo tiempo, son unos ineptos -tipo extraño, pero frecuente- y que lo único que saben es defender sus intereses. Este pequeño propietario empezó con casi nada y pronto adquirió fama de gorrista. Pero a su muerte poseía unos cien mil rublos de plata. Esto no le había impedido ser durante su vida uno de los hombres más extravagantes de nuestro distrito. Digo extravagante y no imbécil, porque esta clase de individuos suelen ser inteligentes y astutos. La suya es una ineptitud específica, nacional”.
Esta es la primera presentación de Fyodor Pavlovitch que se hace en la novela. Fyodor es el padre de los hermanos y medio hermanos que protagonizan la historia. Es una persona completamente inmoral e irresponsable. Debido a su comportamiento, todos sus hijos se crían en una familia disfuncional que los lleva a probar caminos muy distintos entre sí con tal de encontrar algún sentido a la vida.
“Al abrir la bania, descubrió un espectáculo ante el cual se quedó estupefacto: una pobre inocente de la ciudad, una yuródivaia, que vagabundeaba por las calles y que todo el mundo conocía con el sobrenombre de Lizaveta la Maloliente, se había refugiado en la bania y acababa de alumbrar a un niño. La criatura yacía a su lado, y ella agonizaba. La mujer no decía una palabra, por la sencilla razón de que no sabía hablar. Pero todo esto habría que explicarlo aparte…”
En esta cita conocemos la historia de Lizaveta, una mujer que padece de cierta deficiencia mental y que es segregada por todos los habitantes del pueblo. Ha sido abusada por Fyodor, lo cual revela el carácter de este hombre y su comportamiento promiscuo e irresponsable. Lizaveta muere tras dar a luz, por lo que nunca conocerá a su hijo.
“Smerdiakov se convirtió en el segundo criado de Fiódor Pávlovich y vivía, al principio de nuestra historia, en el pabellón, con el viejo Grigori y la vieja Marfa. Hacía de cocinero. Haría mucha falta también que añadiera algo de él en particular, pero me da ya vergüenza distraer durante tanto tiempo la atención de mi lector hacia unos criados tan corrientes: por eso, retomo mi relato, con la esperanza de que se presente por sí sola la ocasión de hablar de Smerdiakov a lo largo de la novella”.
Como consecuencia del encuentro mencionado entre Lizaveta y Fyodor, nacerá Smerdiakov, quien será durante toda la novela tratado como “el hijo ilegítimo” de Fyodor y ocupará en casa de este el lugar de sirviente. Todo indica que es él quien mata a su padre como venganza, justamente, por el destrato sufrido a lo largo de toda su vida.
“Pero el pequeño juez de instrucción no le dejó terminar. Se dirigió a Mitia y le comunicó en voz alta, con firmeza y autoridad:
—Teniente en la reserva Karamázov, debo informarle de que se le acusa del asesinato de su padre, Fiódor Pávlovich Karamázov, ocurrido esta noche…
Dijo algo más, también el fiscal debió de añadir algo, pero Mitia los escuchaba sin comprenderlos. Los miraba a todos con expresión salvaje…”.
'Mitia' es otra forma de nombrar a Dimitri, el hijo mayor de Fyodor. Debido a su deuda con una prometida, Dimitri le exige a su padre la parte de la herencia que le corresponde. Como su padre se niega, Dimitri amenaza con asesinarlo. De hecho, una noche va a la casa de su padre, borracho y con un arma en la mano. Al día siguiente, Fyodor aparece muerto y por lo tanto acusan a Dimitri y lo llevan a juicio. Sin embargo, no ha sido él el verdadero asesino.