La producción literaria de Alexandre Dumas se inscribe en el movimiento literario denominado Romanticismo. Al tratarse de un movimiento amplio y complejo, nos centraremos brevemente en una de las corrientes que surge en la narrativa, especialmente en la novela que se convierte en un espacio de innovación. Se trata de la novela histórica del Realismo romántico, género preferido por Dumas. Según Javier del Prado, crítico y teórico de la literatura, los tres aspectos a tener en cuenta es que este tipo de novelas son: la dimensión histórica (ligada a un pasado más o menos lejano), la realista (en su voluntad de significar unas estructuras y unos conflictos contemporáneos) y la dimensión propiamente romántica (distanciamiento mítico que lleva a mirar hacia los valores pasados de la aristocracia o a un futuro de mayor conciencia social). Este tipo de novelas tienen como principio la reconfiguración del pasado en un espacio de ficción donde los héroes son prototipos de los ideales de un grupo social. En Los tres mosqueteros, veremos con claridad la nostalgia por los valores aristocráticos así como la construcción de un héroe, prototipo de los ideales del caballero.
Los tres mosqueteros se publica en 1844 en forma de folletín. Cada mes, el diario Le Siécle publica una parte de la novela entre marzo y julio de ese año. Ese mismo año se distribuye también en formato libro. Si bien durante los años treinta Dumas se dedica al teatro y eso le resulta redituable, para la década de los cuarenta, el folletín es cada vez más popular. El bajo costo de los diarios hace que la literatura llegue a un público más amplio.
El género de folletín únicamente funciona si la trama contiene elementos de suspenso y melodrama. Dumas decide aplicar lo que ha aprendido en sus años como dramaturgo, así como lo que puede observar en otros escritores de folletín.
En 1841, Dumas visita Marsella. Allí lee Las memorias de D’Artagnan, obra publicada en el siglo XVIII. El autor de ese libro, Gatien de Courlitz de Sandras, se ha inspirado en la vida de Charles de Batz de Castemore, mejor conocido como d’Artagnan. Este personaje histórico nace en 1611 y sirve como mosquetero durante el reinado de Luis XIV y llega a ser capitán de los mosqueteros del rey. Dumas se inspira en el personaje creado por Sandras que ya era una versión ficcionalizada del mosquetero histórico. Los famosos Athos, Porthos y Aramís, compañeros de aventuras de d’Artagnan, aparecen por primera vez en la novela de Sandras.
Los tres mosqueteros es un éxito rotundo y demuestra que Dumas puede moverse tanto en el mundo del teatro como en el mundo de la novela de folletín con igual soltura. Para despuntar en su incursión en la narrativa, Dumas escribe El conde de Montecristo inmediatamente después de Los tres mosqueteros. En los años 1845 y 1847, publica dos novelas que continúan con la historia de los mosqueteros: Veinte años después y El vizconde de Bragelonne. Esta última novela incluye la trama de El hombre en la máscara de hierro de la que hay una versión fílmica protagonizada por Leonardo DiCaprio.
La fama de Dumas no se circunscribe a Francia: ya en 1846 se pueden encontrar tres traducciones de Los tres mosqueteros en inglés. Tan popular es la novela que en 1849 ya hay una adaptación para el teatro. Cuando el cine empieza a desarrollarse a fines del siglo XIX y principios del XX, no hay que esperar demasiado para que las adaptaciones al cine mudo lleguen al público: en la primera década del siglo XX, Los tres mosqueteros ya tiene su versión fílmica. Otras versiones son la de 1921 con Douglas Fairbanks en el rol protagónico y la de 1948 protagonizada por Gene Kelly y Lana Turner, quien toma el rol de la espléndida Milady, uno de los personajes literarios femeninos más memorables. En 1993 Walt Disney estrena su versión de Los tres mosqueteros protagonizada por Chris O’Donell.