Lena sale a buscar a Lucas (imagen visual)
“Sentada en la orilla de la carretera, con los ojos clavados en la carreta que sube hacia ella, Lena piensa: «He venido desde Alabama: un buen trecho de camino. A pie desde Alabama hasta aquí. Un buen trecho de camino»”.
La primera escena de la novela muestra a Lena en medio de la carretera. Ha salido en busca del padre de su hijo, que se ha ido sin darle noticias. Ella está embarazada de él y espera encontrarlo para poder criar a su hijo en conjunto, con la esperanza de que él se hará cargo de ambos.
La imagen nos muestra a una joven fuerte y tenaz, cuyos padres han fallecido cuando ella era apenas una niña, y que ya ha recorrido gran parte del camino. Esta escena inicial nos presenta una situación in media res —como suele decirse en el análisis literario—, es decir que se nos presenta en medio de su desarrollo y no desde un comienzo.
La escena, asimismo, revela uno de los principales conflictos de la novela: la soledad y violencia que experimentan las mujeres, así como su capacidad para salir adelante en situaciones complejas.
Descripción de Joanna Burden (imagen visual)
“Es una mujer de mediana edad que vive sola en la gran casa. Vive en aquella casa desde que nació y, sin embargo, se la sigue considerando una forastera cuyos padres llegaron del Norte durante la Reconstrucción. Una yanqui, una negrófila. En la ciudad aún corren rumores de extrañas relaciones con negros de la localidad y de otras partes. Sin embargo, pronto hará sesenta años que su padre y su hermana murieron, en la plaza mayor, a manos de un ex propietario de esclavos y a causa de una discusión sobre el voto de los negros en las elecciones del Estado.”
La novela nos presenta el personaje de Joanna. Es en su casa en donde los dos Joe están vendiendo whisky ilegalmente.
Todo el pueblo está esperando que los capturen, ya que en los años ‘20 y principios del ‘30 regía en Estados Unidos la prohibición del alcohol.
Joanna es una mujer segregada por la sociedad porque siempre ha defendido los derechos de los negros, al igual que su familia.
Cánticos de la Iglesia (imagen auditiva)
“Él puede oír en la lejanía, muy difuminadas y no obstante precisas, las ondas sonoras de las voces reunidas en la iglesia. El sonido es a la vez austero y cálido, humilde y orgulloso. Como una armoniosa marea, se hincha y decrece en la sombra de la noche de estío”.
En una ocasión, antes de que Byron y el pastor se encuentren a conversar, se oyen a lo lejos los sonidos que emergen de la parroquia. Este sonido estará presente en otros momentos de la novela, dando muestra de que la actividad religiosa del pueblo es muy habitual.
Incendio y muerte de Joanna (imagen visual y auditiva)
“Entonces ya sólo se podía ver el lugar en donde había reposado el cuerpo. Y el incendio. Al poco rato todos habían olvidado el emplazamiento exacto que habían tenido la sábana, la porción de tierra que la sábana había cubierto, y entonces ya sólo les quedaba el incendio. Así es que contemplaron el incendio, con aquella misma pasividad atónita y estúpida que se habían traído de las antiguas y fétidas cavernas donde el entendimiento naciera. Como si fuese la primera vez que viesen un incendio, que viesen la muerte. Después llegó la bomba de incendios, fogosa, con un gran ruido de sirena y de campana”.
A lo largo de la primera mitad de la novela se va narrando la situación del incendio ocurrido en casa de Joanna Burden. Antes de que la gente se entere de que efectivamente ha fallecido, las personas hablan de ella de un modo algo despectivo. Dicen que, desde sus padres, su familia siempre se ocupó de ayudar y “meterse” en los asuntos de la población negra del lugar.
En este mismo sentido, esta clara voluntad de Joanna contrasta en algún punto con el carácter de Christmas, quien, aun siendo “interracial”, suele sentir un profundo dilema interno acerca de aceptar o no su verdadero origen de mezcla entre blancos y negros.
En esta imagen podemos apreciar el momento en que se escucha la sirena de bomberos llegando a la casa de Joanna, mientras casi todo el pueblo se ha acercado para contemplar la escena como si fuese una suerte de entretenimiento liviano.