Lena creía que Lucas se haría cargo de su hijo (ironía dramática)
La novela comienza con la joven Lena saliendo en busca de su pareja, que se ha marchado, dejándola embarazada. Por un buen tiempo, tiene la esperanza de encontrarlo y de que este se comporte como un hombre responsable.
Sin embargo, pronto se dará cuenta de que esto no será así en absoluto, de que Lucas ha cambiado su nombre por “Joe” y hasta se ha asociado con otra persona en un negocio ilegal de venta de alcohol mientras dura la Prohibición de la llamada “Ley seca” en Estados Unidos.
Byron afirma sorprenderse de sus propios actos cuando en realidad no es así (ironía verbal)
“Esto sucedía la noche del domingo. El hijo de Lena nació la mañana siguiente. Despuntaba el alba cuando Byron detuvo el galope de su mula frente a la casa que había dejado apenas seis horas antes. Echó pie a tierra y corrió por el estrecho sendero que conducía a la sombría veranda. A pesar de su prisa, era como si se observase a sí mismo desde lejos, pensando, con una ausencia de sorpresa un tanto irónica: «Byron Bunch ayudando a traer un niño al mundo. Si hace quince días me hubiese visto haciendo este papel, no habría dado crédito a mis ojos. Les habría dicho que mentían»”.
Luego de que Lena ha buscado a Lucas para que se haga cargo de su embarazo, y por lo tanto del hijo que están por tener en común, se da cuenta de que este nunca la ayudará. Entonces, conoce a Byron, con quien entabla un vínculo amoroso.
En medio de su momento de parto, Byron la asiste sin dudarlo y se dice a sí mismo, irónicamente, que nunca se hubiera imaginado haciendo lo que estaba por hacer. Esto es una suerte de ironía verbal, en el sentido de que en rigor no se sorprende verdaderamente, pues en el fondo siente que es algo de esperarse dado su vínculo con Lena.
Higtower desea vivir en Jefferson, pero todo le sale contrario a lo planeado (ironía situacional)
“Hightower vino a Jefferson directamente del seminario, después de rechazar todas las demás plazas que le ofrecieron. Que para venir a Jefferson había tocado los resortes que tenía a mano. Llegó con su joven esposa, lleno de agitación al descender del tren. Habló, les contó a los ancianos caballeros y a las ancianas damas, puntales de su iglesia, que había puesto sus miras en Jefferson desde el instante mismo en que decidió hacerse pastor”.
Hightower se muestra muy entusiasmado por haber sido designado para la parroquia de Jefferson y se dedica completamente a su oficio, incluso en las ocasiones en que no sabía bien cómo debía actuar, como cuando las mujeres del pueblo iban a visitarlo a su casa. Por su parte, su esposa siempre se muestra de un modo que llama mucho la atención de los habitantes del pueblo.
No tiene las características que ellos hubieran esperado, además de que parece no estar del todo equilibrada psicológicamente. Con el tiempo, los pueblerinos notan que la esposa del pastor no asiste a misa por largos períodos de tiempo, que hace viajes de algunos días sin aparente explicación. Finalmente, acaban enterándose de que ha cometido varios adulterios, y de que por lo tanto no respeta a su marido.
De esta manera, el pueblo entero condena al propio pastor, sumiéndolo en una situación desesperante, y quitándole toda la ilusión que él había tenido al llegar al lugar, por lo que podemos observar que las cosas le salen totalmente contrarias a lo esperado en un comienzo.