Subir y bajar la palanca como un poseso (símil)
“El abuelo condujo el ascensor, subiendo y bajando la palanca como un poseso, hasta que después de varias sacudidas logró pararlo un poco más arriba del quinto piso y saltamos al rellano. Luego se hizo un gran silencio. Solo se oían las campanas de la iglesia y el trolebús de Juárez".
Este símil utiliza la acción de subir y bajar la palanca del ascensor para ilustrar la intensidad y rapidez con la que el abuelo realiza dicha acción. La comparación con alguien "poseso" sugiere una actividad frenética y descontrolada, aportando un matiz de caos a la escena. La imagen evoca la idea de un movimiento errático y apresurado, transmitiendo la dificultad y el esfuerzo para detener el ascensor.
Poner el grito en el cielo (metáfora)
“Una vez le traje una blusa negra de lentejuelas a Natasha, que tiene cuatro años, para que se engalanara. La doctora Blum puso el grito en el cielo y dijo que era sexista".
Este símil utiliza la acción de subir y bajar la palanca del ascensor para ilustrar la intensidad y rapidez con la que el abuelo realiza dicha acción. La comparación con alguien "poseso" sugiere una actividad frenética y descontrolada, aportando un matiz de caos a la escena. La imagen evoca la idea de un movimiento errático y apresurado, transmitiendo la dificultad y el esfuerzo para detener el ascensor.
Velos como flores de lis (símil)
“Por supuesto a esas alturas ya había decidido hacerme monja, porque ellas nunca parecían nerviosas, pero sobre todo por los hábitos negros y las tocas blancas, los velos almidonados como gigantescas e inmaculadas flores de lis".
Este sencillo y hermoso símil compara los velos almidonados de las monjas con flores de lis. La elección de esta flor, que a menudo se asocia con la pureza y la nobleza, sugiere una imagen de elegancia y perfección. Los velos, al ser comparados con las flores de lis, adquieren una calidad simbólica, enfatizando la pureza y la impecabilidad asociadas con la vestimenta de las monjas.
Botas como de Cenicienta (símil) / Dormir como príncipe encantado (metáfora)
“La camisa de raso morada tenía muchos botones a lo largo del hombro y en los puños que rodeaban sus finas muñecas; los pantalones estaban sujetos con intrincados lazos, nudos precolombinos. Sus botas olían a estiércol y sudor, pero eran tan blandas y delicadas como las de Cenicienta. Entretanto él dormía, un príncipe encantado".
Este fragmento utiliza tanto un símil como una metáfora para describir al personaje. Las botas "como de Cenicienta" transmiten la idea de que, a pesar de su olor desagradable, estas son suaves y delicadas, posiblemente sugiriendo que hay más en él de lo que aparenta exteriormente. La metáfora "dormir como príncipe encantado" refuerza la idea de que, mientras descansa, exhibe una calidad noble y atractiva, creando una imagen de tranquilidad y elegancia asociada con la figura de un príncipe de cuento de hadas.