Algunos poemas de la antología Ojos de otro mirar (1960-2001):
"HACIA UNA DEFINICIÓN DEL OJO DE LUIS BUÑUEL"
En el Broadway de las miradas, ojos amarillos se prenden y se apagan.
La calle está repleta de ojos, que se anuncian a sí mismos.
El oro se vuelve excremento, pero la edad del ojo no tiene tiempo.
El ojo pisoteado al pie de una columna está fuera de quicio.
El ojo del alacrán es un relámpago personal.
El ojo del tigre ahorcado no cabe en el crepúsculo desorbitado.
"PASOS Y MEDIDAS DEL OJO"
¿Cuánto pesa un ojo en la balanza? ¿Cuánto mide un sueño entre dos párpados? ¿Cuánto pesa en tus manos un ojo cerrado, un ojo de muerto y un ojo pelado?
El ojo no se mide de comisura a comisura, el ojo no se vende por peso ni tamaño, el ojo vale por las distancias que recorre afuera de sí mismo y por toda la luz que es capaz de devorar.
Hay ojos que no se cansan de volar. Hay ojos artificiales que miran sin mirar. Hay ojos perecederos como frutos de estación, el ojo que miro no tiene forma, el ojo viaja a la velocidad de la luz.
Abierto al fondo de tus ojos, ojo vivo nos está mirando.
"AFORISMOS DE OJOS"
Al ojo en la pared, tipalo con la mano.
Al ojo en la palma de la mano, cúbrelo con la otra mano.
Al ojo que piensa entre ojo y ojo, míralo en cara ajena.
Al ojo humeante de la mente, apágalo en un espejo.
Al ojo loco del espejo, mándalo de paseo a la calle.
Al ojo hojoso del otoño, guárdalo en el bolsillo.
Ojos que no parpadean, no creas en ellos.
Duerme toda la vida con los ojos prendidos.
El paisaje es la medida del ojo.
"POEMA DE AMOR CON OJOS"
A través de la lluvia, a través de la sombra, hay un ojo que no se cierra.
Es el ojo del amor perpetuo, es el ojo del amor errante, es el ojo del amor desvelado.
Es el ojo color oro viejo de la diosa sin altar ni forma, es tu ojo, amor mío, es tu ojo de mujer enamorada.
"AUTORRETRATO A LOS SEIS AÑOS"
Un vidrio separaba al cerro Altamirano
de mis manos.
Una puerta dejaba afuera del salón de clases
a la escalera, que se precipitaba en el pueblo.
Todos querían entrar a la clase de español:
el gorrión, las piedras, el fresno y el azul del cielo.
Mi lápiz dibujaba a la maestra campesina:
su vestido raído, sus zapatos deslenguados.
Yo aprendía a leer como se aprende a ser:
tú, yo, padre, hermano, la sombra en la pared.
"AUTORRETRATO A LOS ONCE AÑOS EN UN TREN"
Pegado a la ventana,
mi cara reflejaba el vidrio triste.
El tren de la vida iba perdiendo
pasos, precipicios y polvo.
Enfrente mi padre comía una manzana,
aunque su ser se sentaba en otra parte.
Los pocos pasajeros parecían perdidos,
como si ya pertenecieran al olvido.
La luz ponía en las paredes las distancias,
como si el sol pasara en el recuerdo.
Tu vida en el tren se iba al abismo,
con la cara pegada al vidrio triste.
"AUTORRETRATO A LOS CINCUENTA Y CUATRO AÑOS"
Soy Homero Aridjis,
nací en Contepec, Michoacán;
tengo cincuenta y cuatro años,
esposa y dos hijas.
En el comedor de mi casa
tuve mis primeros amores:
Dickens, Cervantes, Shakespeare
y el otro Homero.
Un domingo en la tarde,
Frankenstein salió del cine del pueblo
y a la orilla de un arroyo
le dio la mano a un niño, que era yo.
El Prometeo formado con retazos humanos
siguió su camino, pero desde entonces,
por ese encuentro con el monstruo,
el verbo y el horror son míos.
"LUGARES Y DIOSES ROTOS"
Delos
Yo, Pisístrato, mando
que a las mujeres encintas
y a los viejos
no se les deje desembarcar aquí,
que en esta isla,
purificada de tiempo,
sólo nazcan y mueran
las hormigas.
La diosa decapitada
De la Koré aquella
que hablaba en el Eleusis
sólo queda un cuerpo sin cabeza.
La palabra la puso el aire.
A Afrodita
No me des de esa fruta
que se come con los labios;
con esa media boca
que te queda,
el amor es la muerte.
Cabeza de diosa
El cabello lo pintaron de rojo,
los ojos los hicieron de piedra negra,
las orejas fueron de bronce,
la nuca la figuraron de ausencia.
Corredor
El hoplita que corre sobre el mármol
corre hacia sí mismo
y nunca llega.
Límites del Ágora
Aquí donde Sócrates y sus discípulos
pasaron hablando de una parte a otra,
solamente el calor bate,
sola mente las hormigas pululan,
sola-mente la piedra habla.
Encuentro en el Hades, año 2008 d. C.
Homero: Han pasado dos mil años
desde la última vez que nos vieron.
Horacio: Es cierto.
Homero: Qué hay de viejo en la tierra.
Horacio: La muerte.
Homero: Y qué hay de nuevo.
Horacio: El hombre.