Es una historia de crimen y castigo, de búsqueda de la justicia y de las consecuencias de tal búsqueda. En una pequeña ciudad, un inspector de policía se enfrenta a una tragedia que debe resolver y a una población traumatizada por el suceso. La historia sigue al inspector, perseguido por sus demonios, mientras intenta descubrir la verdad que se esconde tras un misterioso y espantoso asesinato. Le mueve una profunda necesidad de encontrar al culpable, aunque el responsable pueda haber huido ya. La historia reflexiona sobre la condición humana y las implicaciones morales del crimen y el castigo a través de la figura de un inspector de policía.
La primera parte se centra en la investigación del inspector de policía y su obsesión por el caso; la segunda, en las víctimas y sus familias, y la tercera, en el asesino y sus motivaciones.
La obsesión del inspector por la justicia contrasta con las creencias y actitudes de los habitantes del pueblo, poco dispuestos a afrontar la verdad y más preocupados por mantener el orden y evitar el escándalo. Su búsqueda de la verdad se complica por su historia familiar, que se va revelando poco a poco a lo largo de la novela. La enfermedad mental de su mujer y sus sentimientos de culpa e incapacidad le impiden comprender plenamente la situación y encontrar una solución.
A través de sus personajes, el autor examina la idea de justicia y la necesidad humana de redención. También examina el poder de los secretos y la capacidad humana para la crueldad. En general, la novela toca temas como la culpa y la redención, la muerte y el duelo, y el amor y la amistad.