"La cara no sólo es el espejo del alma, pensaba: también se va volviendo el espejo de las caras de los muertos."
El padre Orduña contempla la naturaleza de la memoria y cómo el rostro de una persona puede convertirse en depositario de los difuntos. Reflexiona sobre cómo el rostro de una persona muestra sus emociones y a quienes ha conocido y ya no están vivos. Durante esta conversación, el inspector revela los problemas de salud mental de su mujer y su ingreso en una clínica. El padre Orduña rememora la infancia del inspector, recordando sus interacciones con él cuando era mucho más joven. A pesar del paso del tiempo, el padre Orduña aún ve rastros del niño que una vez conoció en el hombre adulto. La reflexión del padre Orduña sugiere una conexión entre el pasado y el presente. Subraya la profundidad de la experiencia humana y cómo la historia personal y los recuerdos conforman la identidad de cada uno.
"En la memoria y en los ojos de alguien están ahora mismo las imágenes indelebles del crimen, unos ojos que en este mismo instante miran algún lugar de la ciudad, normales, serenos, tal vez, como los ojos de cualquiera."
Esta cita afirma que las imágenes de un crimen quedan grabadas en la memoria y en los ojos de alguien. Sugiere que alguien lleva dentro las inquietantes imágenes de la escena de un crimen. Esta contemplación se produce en los pensamientos del inspector, que se adentra en la psique del autor del crimen. La carga de llevar un secreto devora a alguien por dentro, como un cáncer que se extiende por el cuerpo. El inspector se enfrenta a la brutalidad y el sufrimiento de la víctima. Intenta comprender la profundidad del dolor y el terror que pudo sentir antes de su trágico final. Por lo tanto, la cita retrata el viaje emocional del inspector y el impacto de la escena del crimen en su psique. Además, contrasta la agitación interior del autor del crimen, especulando sobre sus acciones tras el crimen.
"Quien se oculta tiene siempre más prestigio que quien se muestra abiertamente."
Susana reconoce el encanto del misterio al sugerir que quienes ocultan sus pensamientos parecen más intrigantes. Contempla su dificultad para mantener el misterio porque revela impulsivamente sus pensamientos. Mientras tanto, el inspector reflexiona sobre la vida que ha pasado ocultando sus orígenes y emociones. Esta conversación entre los personajes subraya sus inseguridades. El inspector afirma que a veces no está seguro de lo que realmente alberga en su interior. Reflexiona sobre cómo el hecho de tener hijos podría haberle proporcionado un vínculo tangible con el pasado. Esto impide el olvido total de experiencias, errores y emociones anteriores. La cita capta la contemplación de los personajes sobre el encanto del secreto y las complejidades de ocultar el verdadero yo.
