La violeta arrancada (Símbolo)
En el poema, cuando se advierte sobre las consecuencias del paso del tiempo, se menciona la "viola troncada" (v. 12). Con esto, la voz poética hace referencia a la flor conocida con el nombre de violeta y a su estado marchito tras haber sido arrancada. La flor marchita es un símbolo de la vejez, del deterioro físico. Aquí se advierte a la amada cuál será su estado tras el paso de los años, ya que la juventud no dura eternamente.
La mujer amada (Símbolo)
La descripción física de la amada, que se detiene en los labios como un clavel, la tez blanca del cuello y la piel, y el cabello rubio y brillante, confluye en presentarla como un símbolo de la belleza ideal, vigente en la época en la que se escribe el poema. La descripción de la muchacha responde al arquetipo de mujer hermosa propio del Siglo de Oro español.
La tierra, el humo, el polvo y la sombra (Símbolos)
Todos estos elementos, que se mencionan en el último verso del poema, son símbolos de la muerte. Cuando la muchacha admirada pierda la vida, luego de envejecer, su cuerpo y su belleza se tornarán, paulatinamente, parte de la tierra; serán el humo, el polvo y la sombra de lo que una vez fueron.