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¿Cómo puede analizarse el espacio en el que tiene lugar la acción de la obra en relación con el clima emocional de los personajes?
La acción de la obra tiene lugar en el campo ruso, y son varios los personajes que a lo largo de la pieza hablan sobre el estancamiento y la mediocridad de la vida campesina, y cómo esta repercute en la emoción e inteligencia de las personas. Según personajes como Astrov, la cotidianeidad del campesinado ruso contagia de sinsentido los años de quienes se encuentran sumergidos en su atmósfera.
Además, en Tío Vania, al igual que en otras piezas de Chéjov, el tema del paso del tiempo y la vejez aparece asociado a la locación campesina. El campo, donde sucede la acción, no funciona, así, solamente como un escenario, sino también como una atmósfera cargada de sentido, que configura el aire que respira la mayoría de los personajes, nutriendo su organismo, volviendo a los campesinos indesligables del entorno. Así como la edad tiene una importancia radical en tanto el problema que el paso del tiempo trae a los personajes, también lo hace su ubicación geográfica, el ambiente en el que viven. Esa fatalidad que se asocia a la vejez y se identifica para los personajes chejovianos con la anulación de la esperanza de cambios o de sueños propios de la juventud se apareja al estancamiento propio de la vida en el campo, a su correspondiente ausencia de movimiento, a su monotonía.
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¿Qué relación tienen con el paso del tiempo los personajes de Tío Vania?
El tiempo es algo muy relevante para los personajes de esta obra (y de otras obras de Chéjov), que se muestran conmocionados por el pasado, el presente y el futuro. El pasado produce nostalgia o arrepentimiento, mientras que el presente resulta siempre indeseable, insatisfactorio, y a la vez estanco. Para ciertos personajes jóvenes, el propio futuro aloja aún alguna esperanza; permite sostener, aunque sea, un rapto de ilusión (esto sucede con Elena, aunque apenas por un instante). Pero también hay personajes jóvenes que, por no contar con ciertos privilegios, como la belleza física o el poder económico, no ven esperanzador su propio futuro en la vida (como Sonia). Estos últimos, al igual que personajes ya envejecidos, cuando sueñan con el futuro, o lo imaginan, refieren a un momento que trasciende su propia existencia, un futuro en el que ellos ya no habitan esta vida.
El pesar de gran parte de los personajes de Tío Vania tiene que ver con la sensación de que la vida ha pasado demasiado rápido, de que los mejores años se han perdido en un esfuerzo o sacrificio que no condujo, en el presente, a ninguna satisfacción (este será precisamente el caso del personaje de Vania). La vejez encuentra a estos seres inmersos en una vida que ya es demasiado tarde para modificar.
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¿Cómo aparece en la obra el discurso ecologista?
En Tío Vania, el discurso ecologista aparece en boca de Astrov, un médico preocupado por los avances de la deforestación y el mal que la acción humana trae a la naturaleza. El discurso de este personaje se enfoca en el modo en que el hombre arrasa con el medio ambiente, con la fauna y la flora, con los paisajes. Pero la convicción y la preocupación del doctor no se limitan a lo discursivo, sino que el hombre realiza profundas investigaciones, que representa en cartogramas, a la vez que planta árboles y ayuda a frenar deforestaciones.
Astrov traza graves diagnósticos sobre su presente: el hombre actúa de forma bárbara en una tendencia constante a destruirlo todo, incluso aquello que es incapaz de crear. Este diagnóstico se atribuye, por supuesto, al comportamiento de la sociedad respecto de los paisajes naturales, pero en varios momentos de la obra este discurso parece resonar en términos simbólicos: el hombre pervierte su relación con la naturaleza, pero también su relación con otros hombres; el comportamiento humano estaría destruyendo no solo el ambiente en el que vive, sino también la sensibilidad, la belleza, la humanidad misma. La vocación ecologista de Astrov empuja al personaje a contribuir con sus acciones al bienestar, la salud y la felicidad de generaciones futuras. Generoso, el doctor actúa en favor de una humanidad que no conoce, y que no podrá agradecerle ni retribuirle sus esfuerzos.
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De los temas principales de la obra, ¿cuál parece ser el conductor, movilizador, de las principales acciones de la obra?
En la obra, pareciera que el verdadero conductor de las acciones principales es la frustración. De hecho, Tío Vania resulta la obra de Chéjov que más pone en escena el sentimiento de frustración, y lo que esta hace en las personas. La frustración del protagonista es el hilo conductor de la trama, el motor de las acciones más significativas, pero, además, encontramos que no hay prácticamente personajes, del abanico ofrecido en la pieza, que se salven de este sentimiento. Con mayor o menor gravedad, cada uno de los personajes de esta pieza mira a su propia vida con un ánimo frustrado: ya sea porque el pasado ofreció una felicidad que el presente ya no ofrece, ya sea porque se arrepiente de que las decisiones tomadas en el pasado no le hayan conducido a la felicidad, ya sea porque sueña con una libertad que es demasiado cobarde para salir a buscar, o ya porque las circunstancias que le rodean lo condenan a un futuro indeseable. La frustración aparece en el centro rector de los personajes, conduciendo todos sus movimientos, condicionando su moralidad, su ética. De alguna manera, lo que Tío Vania pareciera mostrar, más que nada, es que el verdadero motivo de la miseria humana, de los actos cuestionables con que los hombres se destruyen entre sí, parecerían encontrar siempre su causa más profunda en la frustración.
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Describa el funcionamiento que el tema de la ilusión y la realidad tiene en esta obra, ejemplificando con el caso de algún personaje.
Los personajes de Chéjov, atravesados por emociones como la frustración o la esperanza, se encuentran una y otra vez con el tema de la ilusión y la realidad. Uno de los personajes determinados por esta dinámica es el de Sonia. Durante un buen tiempo, Sonia se sostiene en la ilusión de que Astrov, a quien ama, alguna vez le corresponda. Esa esperanza le sirve para subsistir, para atravesar su sacrificado día a día, pero esta sensación, la más cercana a la felicidad que la joven puede sentir, se pierde cuando Elena decide enfrentar a la muchacha a la realidad preguntándole a Astrov qué siente. La apreciación del hombre es negativa y Sonia debe volver a su vida de trabajo y sacrificio, ahora sin siquiera la posibilidad de soñar con un amor.
El monólogo final de la muchacha exhibe cómo la ilusión se contrapone a la realidad y se construye en oposición a esta: la joven habla de cómo la misericordia divina les compensará, una vez muertos, por todos sus sacrificios, y la descripción que hace la muchacha, sostenida por su fe, parece diseñada en espejo invertido a su situación real. En la realidad de Sonia, quienes se sacrifican y sufren lejos están de ser compensados. Sonia no puede encontrar en nada de su vida terrenal una razón por la cual sostener la esperanza, y, por ende, sostiene su única ilusión en la compensación que Dios le otorgará a su alma una vez finalizado el plano de existencia.