Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión

Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión Guía de Estudio

Vigilar y castigar, nacimiento de la prisión (o en el francés original Surveiller et Punir: Naissance de la Prison) es un texto publicado en 1975 por Michel Foucault. Este libro es, sin duda, una de sus obras más conocidas del autor por la importancia que adquirió para las ciencias humanas desde su aparición. Quizás sea pertinente adentrarnos en algunas cuestiones biográficas específicas de Foucault para comprender mejor el lugar central que ocupa este texto en la obra del autor.

Nacido en Poitiers en 1926 en una próspera familia católica, hijo y nieto de médicos de renombre, Michel Foucault estuvo marcado desde su infancia por la búsqueda del conocimiento. Después de atravesar la formación escolar básica, donde sobresalió en el estudio de francés, griego, latín e historia, y de obtener su bachillerato en 1943, se mudó en 1945 a París para continuar su educación. En contra del mandato familiar de dedicarse a la medicina, Foucault llevó a cabo sus estudios en filosofía bajo la tutela de Jean Hyppolite, conocido ya en esa época por su trabajo sobre la obra de Hegel y Marx. Un año más tarde ingresó al École Normale Supérieure (ENS), una institución de estudio conocida por su exigencia, para estudiar filosofía y psicología bajo la tutela de grandes intelectuales, como Louis Althusser, Maurice Merleau Ponty y Georges Canguilhem. En 1948 obtuvo su licenciatura en filosofía y al año siguiente su diplomatura en la misma materia, con una tesis sobre la Fenomenología del espíritu de Hegel. Luego de estudiar psicología en la Sorbona bajo la instrucción de Daniel Lagache, obtuvo también en 1949 una licenciatura en esa materia. En 1950, a través de su docente y amigo Louis Althusser, se afilió al Partido Comunista Francés. En 1951 aprobó su agrégation, el examen requerido para ejercer la docencia universitaria en Francia. En 1952, tras una formación teórico-práctica bajo la tutela de Daniel Lagache en el neuropsiquiátrico Sainte-Anne y la prisión de Fresnes, donde asistió en la realización de novedosos experimentos electroencefalográficos, obtuvo una diplomatura en psicopatología.

Seguir profundizando sobre la vida personal de Foucault, cuando él mismo señaló su irrelevancia, como en su ejemplar texto ¿Qué es un autor? de 1969, podría resultar paradójico, pero no deja por eso de ofrecer algunos datos relevantes. Es sabido que durante su juventud Foucault padeció de depresión, atribuida por los profesionales que lo atendieron a la represión de su sexualidad por la homofobia imperante en la época. A los 26 años Foucault contaba no solo con cuatro títulos universitarios, sino también con experiencias de primera mano como sujeto de las instituciones de encierro que serían su objeto de estudio hasta su temprana muerte en 1984 a los 57 años por consecuencias del SIDA.

Los años posteriores a su formación universitaria estuvieron marcados por la docencia y el exilio. Luego de ser invitado a enseñar psicología en la ENS por Louis Althusser en un puesto que ocupó entre 1951 y 1955 y en la Universidad de Lille entre 1953 y 1954, Foucault tomó la decisión de abandonar Francia y el Partido Comunista a la vez por su marcada homofobia y antisemitismo. Primero viajó a la Universidad de Uppsala en Suecia, donde su amigo Georges Dumézil le había facilitado el acceso a puestos como profesor de lengua y literatura francesas y como director de la Maison de France. Aprovechando la biblioteca de la universidad para sus investigaciones, Foucault intentó obtener el título de doctor en filosofía en esa misma casa de estudios. La diferencia en orientaciones epistemológicas con sus evaluadores, sin embargo, llevó a que rechazaran su tesis. Eso lo empujó a dejar Suecia y dirigirse en 1958, una vez más por invitación de Dumézil, a la Universidad de Varsovia, donde dirigió el Centro Francés y siguió dictando clases de filosofía. Desilusionado por la situación política, social y económica en el país, se mudó a Hamburgo y ejerció de 1959 a 1960 como director del Instituto Francés. Allí terminó su tesis de doctorado, que sería publicada en 1961 mientras enseñaba filosofía en la Universidad de Clermont-Ferrand, ya de regreso en Francia, bajo el título Historia de la locura en la época clásica. Con ella obtuvo también su habilitation, el título requerido para ejercer como profesor independiente. En 1963 publicó El nacimiento de la clínica, siguiendo el programa que se había planteado en su obra anterior.

En 1965 viajó a Túnez con su pareja, el filósofo Daniel Defert, y consiguió un puesto en la universidad local que ejercería durante los tres años siguientes. En 1966 publicó Las palabras y las cosas, que marcó un primer cambio en su objeto y métodos de estudio. Si bien sus obras anteriores contenían tomas de posición críticas sobre los métodos en la historia como disciplina, tenían objetos de estudio relativamente reconocibles como tales: la locura y su evolución a lo largo del tiempo, y el surgimiento de las instituciones médicas que sirven el doble propósito de albergar a los enfermos y servir como casas de estudio para los profesionales de la salud. En su desarrollo, Foucault no solo abordaba sus objetos de modos innovadores, sino que desarrollaba a la vez una metodología a la altura de sus complejidades. En Las palabras y las cosas, muy en sintonía con el estructuralismo de sus contemporáneos Lévi-Strauss y Roland Barthes entre otros, se enfocó en el lenguaje y el problema de la representación.

Regresó a Francia luego de las revueltas de mayo del 68 y publicó La arqueología del saber, una suerte de tratado metodológico donde, respondiendo a las críticas a sus obras anteriores, pero sobre todo a Las palabras y las cosas, abordó reflexivamente su método de investigación como objeto de estudio y sentó las bases para su obra posterior, Vigilar y castigar, nacimiento de la prisión, a cuya lectura este artículo está dedicado.

En 1970 Foucault comenzó a dictar clases en el Collège de France. Fue en esa época que comenzó a estudiar el sistema penal francés. En 1971 fundó el Grupo de Información sobre Prisiones (GIP) cuyo objetivo era estudiar la vida de los presos en Francia. Su trabajo se enfocó en temas como el suicidio, la salud mental y la violencia sexual en las prisiones. Ese trabajo contribuyó a la publicación posterior de Vigilar y castigar.

El libro teoriza las transformaciones en la comprensión y penalización del crimen entre los siglos XVII y XVIII. Observa los cambios en la naturaleza del castigo en relación con los cambios en las estructuras sociales occidentales. Vigilar y castigar es por eso una obra tanto de historia como de teoría social. Ha influenciado enormemente ambos campos disciplinarios con sus argumentos y sus métodos. En términos argumentales, la explicación de Foucault de cómo funciona el poder en las sociedades modernas ha influenciado a muchos académicos de las ciencias sociales, que sostienen que las estructuras de poder reprimen a las personas que viven bajo sus designios. Por eso, su trabajo ha sido particularmente importante para los análisis que buscan deconstruir las normas sociales. Por ejemplo, quienes trabajan la teoría queer se sirven de la obra de Foucault para comprender cómo la sociedad incentiva un cierto tipo de sexualidad -la heterosexualidad que lleva a la reproducción- por sobre otras.

En términos de método, Foucault allanó el camino para fundar la teoría social en documentos históricos. En Vigilar y castigar, particularmente, emplea un tipo de análisis discursivo: analiza los patrones respecto de cómo se habla sobre el crimen, la sociedad, el "alma" de los individuos. Observa cómo distintos conjuntos de conocimientos emergen y caen y se entrecruzan, como los discursos médicos y los legales. Muchos historiadores y críticos literarios han sido influenciados por el énfasis de Foucault en el discurso y el lenguaje.

Después de Vigilar y castigar, Foucault siguió con un estudio todavía más amplio y abarcativo de múltiples tomos, su Historia de la sexualidad, antes de fallecer por complicaciones vinculadas al HIV/SIDA en 1984. La influencia de su pensamiento en la academia contemporánea no puede ser subestimada. Obras como Vigilar y castigar brindaron un marco y un lenguaje que siguen sirviendo para analizar el poder, la política, el castigo, la soberanía y el discurso. Conceptos como "saber-poder", "biopoder" y "discurso" fueron propuestos por Foucault y se popularizaron luego en el uso. En consecuencia, Foucault con frecuencia aparece en las listas de autores más citados mundialmente. Cuatro décadas después de la publicación original de Vigilar y castigar y tres décadas después de su muerte, la obra de Foucault es más relevante que nunca.

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