Los Oráculos (símbolo)
Las profecías y los oráculos presentes en la novela son símbolos de la creencia en el destino y la influencia de los dioses en la vida de los personajes. Estos símbolos subrayan la importancia de las creencias religiosas y la superstición en la antigua Roma, así como la idea de que los eventos están predeterminados por fuerzas divinas.
Las mujeres en la sombra (motivo)
A lo largo de la novela, el motivo de las mujeres que ejercen influencia en la política desde las sombras es recurrente. Livia, Agripina y otras mujeres desempeñan un papel fundamental en la toma de decisiones políticas, a pesar de las restricciones sociales que enfrentaban. Este motivo resalta la ironía de las limitaciones oficiales del poder de las mujeres en la sociedad romana y subraya su capacidad para influir en los asuntos políticos de manera indirecta.
La Jaula Dorada (símbolo)
Este símbolo representa la posición de Claudio como emperador de Roma. Si bien el término "jaula dorada" sugiere riqueza y lujo, también implica restricciones y limitaciones en su papel como gobernante. Claudio se encuentra atrapado en las expectativas y las demandas del cargo, lo que lo convierte en un símbolo de la paradoja del poder: la opulencia y el prestigio van de la mano con la falta de libertad personal.
La hipocresía política (motivo)
La hipocresía política es un motivo recurrente en la novela. A pesar de proclamar virtud y moralidad en público, los personajes a menudo recurren a la manipulación y la traición en privado para lograr sus objetivos políticos. Este motivo subraya la corrupción y la deshonestidad en la política romana, así como la brecha entre la imagen pública y la realidad de las acciones de los personajes.