Pepe
Es el narrador del relato-marco, que introduce la historia de su amigo Filiberto cuando este muere ahogado y encuentra las anotaciones de su cartapacio. Si bien no dice que él es Pepe, se deduce por el relato de Filiberto que se trata de él, porque es el único a que este menciona como su amigo. Eran compañeros de trabajo en la Secretaría de Recursos Hidráulicos, antes de que Filiberto fuera despedido por comportarse extrañamente, malversar oficios y robar en la oficina. Pepe intentará dar una explicación racional a los acontecimientos de la historia.
Filiberto
Es el protagonista y narrador del relato enmarcado, que son las notas de su cartapacio. En un sentido, Filiberto representa al individuo moderno, que tiene un vínculo nostálgico con el pasado y que anhela tener una posición social mejor, lo que se manifiesta en su afición por coleccionar objetos prehispánicos. Vive en un caserón antiguo que heredó de sus padres y que no quiere perder cuando empieza a notar que su casa se inunda por la influencia extraña y mágica de una estatua indígena que adquirió. A medida que avanza el relato, Filiberto se va aislando cada vez más; lo abandona todo mientras se recluye y se somete al poder sobrenatural de la estatua, que ha cobrado vida. Cuando por fin decide abandonar su casa y a la figura divinal que lo posee, muere ahogado en el mar de Acapulco.
Chac Mool
Históricamente, es una estatua de piedra asociada a diferentes rituales indígenas prehispánicos. En el cuento, es un objeto que adquiere Filiberto y que, paulatinamente, empieza a transformarse en una especie de dios humanizado que se alimenta y controla el agua y la lluvia. El Chac Mool se venga de las apropiaciones modernas de su figura haciendo que Filiberto sea su prisionero, y convirtiéndose en un ser humano grotesco que adopta la vida banal y moderna de quien quiso ser su dueño.
