Cuento de Navidad

Cuento de Navidad Resumen y Análisis Primera Estrofa: El fantasma de Marley

Resumen

Ebenezer Scrooge es un anciano extremadamente avaro, codicioso y egoísta que solo se preocupa por acumular riquezas. Tiene un negocio llamado “Scrooge y Marley”, dado que su antiguo socio se llamaba Jacob Marley. Este ha muerto siete años antes del comienzo de la narración, que tiene lugar el día previo a la Navidad. Es una tarde fría y lúgubre en la ciudad de Londres, y Scrooge se encuentra en el negocio revisando los libros de contabilidad. Mientras tanto, controla el trabajo de su empleado, Bob Cratchit.

En eso, Fred, sobrino de Scrooge, aparece en el local para desearles felicidades e invitar a su tío a una cena navideña. El anciano, malhumorado, le responde con frialdad: “¡Bah!” y “¡Paparruchas!” (37), despreciando la alegría del muchacho. Para Scrooge, la Navidad es un día como cualquier otro: es necesario pagar las cuentas y, por lo tanto, hay que producir dinero. Del mismo modo, piensa que las personas celebran esta fecha solo como excusa para no trabajar. Fred, sin perder la jovialidad, le dice que, por el contrario, se trata de un tiempo de generosidad, amabilidad, alegría y caridad, cuando los demás, y especialmente los más pobres, merecen ser tratados con gentileza. Cuando el chico se retira, entran en el negocio dos hombres que recaudan donaciones para una institución de caridad. Scrooge se niega a contribuir y asegura que las instituciones que deben hacerse cargo de los pobres son las cárceles y los hospicios.

En la calle oscurece y hace cada vez más frío. Mucha gente va de un lado a otro, haciendo compras y ultimando preparativos para la celebración que se acerca. Un joven asoma su cabeza hacia adentro del negocio de Scrooge y se ofrece a cantar un villancico, pero el viejo amenaza con golpearlo con una regla y el chico se retira de inmediato. Antes de cerrar el local, Scrooge le dice a Bob Cratchit que si pretende faltar al trabajo para celebrar la Navidad el día siguiente, le descontará la jornada del salario.

El viejo cena en la triste taberna por la que pasa todas las noches y luego se dirige a su oscuro apartamento, ubicado en un edificio siniestro, donde ya no vive nadie más. Al llegar, ve en la aldaba de la puerta el rostro espectral de Marley, su socio fallecido siete años antes. Scrooge se siente desconcertado, pero, de pronto, la cara desaparece.

En alerta y todavía confundido, decide abrir la puerta y entrar en el edificio. Al subir las escaleras, cree ver un coche funerario, es decir, un carro que lleva un muerto, pero no le da importancia, y se convence de que es una ilusión, puesto que el corredor está muy oscuro. Sin embargo, al entrar en su apartamento, revisa todas las habitaciones para asegurarse de que no hay nadie más allí. Luego se prepara para dormir, sin dejar de pensar en el rostro de Marley.

De pronto, muchas campanillas diseminadas por diferentes partes de la casa comienzan a moverse y a tintinear. Repentinamente, todas se detienen y Scrooge escucha un ruido metálico. Entonces, aparece el fantasma de Marley, que carga una pesadísima cadena formada por cajas de seguridad, llaves, candados, libros de contabilidad, escrituras y monederos metálicos. A pesar de estar viéndolo con sus propios ojos, Scrooge demora un poco en admitir que el fantasma realmente existe. Marley le cuenta que, después de morir, su espíritu ha sido condenado a merodear por la ciudad como castigo por haber sido avaro y haberse preocupado únicamente por los negocios durante su vida.

En esta oportunidad, el fantasma de Marley se presenta ante Scrooge para advertirle que aún tiene oportunidad de salvarse y no caer en el mismo destino que él mismo. Le explica, entonces, que lo visitarán tres espíritus a partir de la noche siguiente, a la una de la mañana, y después se retira, sumergiéndose en la noche. Scrooge escucha gemidos de lamento, abre la ventana y ve que el aire está repleto de fantasmas que vagan de un lado al otro, cargando sus cadenas. A algunos de ellos los ha conocido en vida. El viejo se da cuenta de que los fantasmas sufren porque querrían intervenir en los asuntos humanos, pero no pueden hacerlo. En un momento, las figuras se desvanecen. Scrooge cierra la ventana y se queda dormido al instante.

Análisis

Cuento de Navidad es una novela corta que fusiona elementos realistas y fantásticos: por un lado, pinta un retrato de la sociedad londinense de la época victoriana y, por el otro, cuenta una historia de espíritus y fantasmas. El subtítulo de la obra ya nos anuncia la relevancia de estos seres sobrenaturales, ya que explica que se trata de un Cuento navideño de espectros. Como leemos en esta primera sección, Scrooge recibe la visita del fantasma de Marley y, a su vez, este le anuncia que lo visitarán otros tres espíritus. Estas interacciones sobrenaturales son presentadas en una atmósfera sutilmente tenebrosa, pero desde el comienzo sabemos que las visitas se proponen ayudar a Scrooge a cambiar su modo de ser y evitar un destino triste como el de Marley, condenado a merodear y cargar una pesada cadena que representa sus pecados de avaricia y egoísmo.

A pesar de estar escrita en prosa, la narración se divide en cinco “estrofas”. Al escoger el término “estrofa” para denominar a las secciones (que normalmente llamaríamos ‘capítulo’) de su obra, Dickens establece una conexión directa con los villancicos, es decir, canciones escritas en verso y organizadas en estrofas. Esta asociación con los géneros musicales típicos de la Navidad no solo refuerza la coherencia temática de la novela, sino que también enfatiza su carácter comunitario. Como se ha mencionado, el autor se esfuerza porque el libro sea accesible para el gran público y se preocupa por defender a los más pobres. Al conectar su texto con las canciones navideñas, Dickens resalta su espíritu popular.

A través de Cuento de Navidad, el autor se propone elaborar una defensa y una recuperación de las celebraciones navideñas tradicionales como época del año en la que prosperan la bondad, la generosidad, la solidaridad y la alegría. En la estrofa inicial, estos valores son defendidos por la voz de Fred, el joven sobrino de Scrooge, quien afirma que se trata de “un tiempo agradable de amabilidad, de perdón y de caridad, el único tiempo que conozco, en el largo almanaque del año, en que los hombres y las mujeres parecen convenir en abrir sus cerrados corazones y tratar a los más humildes como auténticos compañeros de viaje hacia la tumba, y no como a una especie diferente de criaturas embarcadas en otros periplos” (38).

Por su parte, el protagonista de la narración, Scrooge, defiende una visión cínica de esta época del año, y las celebraciones le parecen ridículas. Esto se debe a que es sumamente individualista, y su única preocupación es acumular riquezas. Así, se trata de una figura que, en principio, no despierta la empatía de los lectores, sino, más bien, todo lo contrario. La narración nos invita a reprobar sus actitudes y su forma de pensar. De esta manera, desde el comienzo percibimos que la obra se propone inculcar ciertos valores a los lectores.

Es interesante observar que, en lengua inglesa, el nombre del protagonista remite a dos términos muy significativos: “screw”, que quiere decir ‘tacaño’, y “gouge”, que significa ‘arrancar los ojos’ (Slater, 2016). Esta combinación resalta su carácter de avaro, su incapacidad para ver las cosas buenas que lo rodean, y también su monstruosidad: su avaricia les causa daño a los demás. Esta caracterización inicial como una persona egoísta, amargada y maltratadora es fundamental para el desarrollo de la narración, ya que la novela procura contar una historia de redención y de transformación.

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