El Purgatorio es el segundo de los tres cánticos que componen la Divina Comedia (originalmente llamada Comedia) de Dante Alighieri. Se desconoce la fecha de composición, pero algunos críticos consideran que Dante termina de escribirlo en 1313.
En el Purgatorio se intensifica el estilo típicamente dantesco basado en el multilingüismo. Pero, además, el estilo del segundo cántico refleja una bisagra entre lo bajo y lo alto, que se condensan en el primer y tercer libro, respectivamente.
Respecto a la forma de composición, Dante creó para la Comedia una rima que se llama “Terceto encadenado”. Consta de estrofas de tres versos endecasílabos unidos por rimas encadenadas, donde los versos impares riman entre ellos, mientras que el verso par introduce la rima de los versos impares de la siguiente estrofa: ABA BCB CDC DED EFE. Al final de cada canto, se incluye un verso final aislado, que rima con el segundo de la última estrofa.
A propósito del tema general de la obra, el mismo Dante señala en su carta Cangrande:
(...) el tema de toda la obra considerado de manera absoluta (incluso tomado literalmente) es el estado de las almas después de la muerte. En efecto, acerca de este tema y alrededor de éste tema gira el avance de toda la obra. Si en cambio la obra se considera alegóricamente, el tema es el hombre que por sus méritos y deméritos, por su libre arbitrio, está sujeto al premio y al castigo de la justicia (2018, p. 157).
También allí se hace explícito el carácter moral de la Comedia: "El fin de toda la obra y el de esta parte es también múltiple, es decir, cercano y lejano. Pero, haciendo a un lado las sutilezas, se debe decir brevemente que el fin del todo y de la parte es arrancar a los que viven en esta vida de su estado de miseria, y conducirlos al estado de felicidad” (Ibid., p. 160).
La Comedia se considera una de las obras maestras de la literatura italiana y universal. Además, su éxito fue inmediato: se conocen unas ochocientas copias manuscritas realizadas entre los siglos XIV y XV. Esta excepcionalidad pone de manifiesto la enorme popularidad que alcanzó el poema después de su aparición, y en tiempos en que aún no existía la imprenta.