El abanico de Lady Windermere es una obra de teatro en cuatro actos escrita por Oscar Wilde. Como otras de Wilde, se trata de una obra que satiriza la sociedad británica, en particular la alta sociedad londinense de finales del siglo XIX, durante el reinado de Victoria I.
La obra es producida en 1892 y publicada un año después por insistencia de Sir George Alexander, el actor y director del teatro de St. James. El abanico de Lady Windermere es la quinta obra de Oscar Wilde, pero mientras que las tres primeras no tuvieron éxito y la cuarta fue censurada, esta fue sumamente exitosa, significando para el autor fama y dinero.
En El abanico de Lady Windermere vemos reflejada cierta madurez en el estilo de Wilde; ese juego de tensiones entre la seriedad y la comedia que lo convirtió en uno de los dramaturgos más famosos de la literatura universal. Si bien abundan temas considerados clichés en la época de Oscar Wilde, la frescura y el tono cómplice con que son presentados representan una de las claves de su éxito.
Oscar Wilde escribe la obra durante una estadía con sus amigos en el norte de Inglaterra. Por eso muchos de los personajes tienen nombres que se parecen a los de los lagos y pueblos de esa región.
Como en la gran mayoría de sus obras, en El abanico de Lady Windermere Wilde ataca la hipocresía de la sociedad aristocrática británica al mismo tiempo que incorpora sus ideas sobre el esteticismo. La obra presenta una sociedad centrada principalmente en lo superficial, que ignora lo que realmente importa, que es el alma de una persona. A través de esta obra, el lector moderno puede comprender la sociedad victoriana y la dinámica social de esa época. Al mismo tiempo, las obras de Wilde siempre invitan a reflexionar sobre la hipocresía de las sociedades, más allá del paso del tiempo, como si fuera un rasgo humano que trasciende las circunstancias históricas.
El abanico de Lady Windermere tiene varias adaptaciones al cine: en 1925, Ernst Lubitsch dirige la película muda estadounidense Lady Windermere's Fan, interpretada por Ronald Colman, May McAvoy y Bert Lytell; en 1948, Luis Saslavsky dirige la película argentina Historia de una mala mujer, basada en la obra; en 1949, el estadounidense Otto Preminger dirige una nueva versión bajo el título The Fan. La primera representación teatral de la obra en España data de 1920, y es llevada a cabo por la compañía que dirigen María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza. Por otra parte, en 1967 la televisión española realiza una adaptación para la pantalla chica en un espacio denominado Teatro de siempre.