Lord y Lady Windermere son una pareja joven y feliz, casados hace poco menos de dos años y con un hijo de seis meses. El día que Lady Windermere está organizando una de las últimas fiestas de la temporada por su cumpleaños, dos amigos, Lord Darlington y la Duquesa de Berwick, van a verla e insinúan que su esposo la ha estado engañando con una mujer llamada Mistress Erlynne. Este rumor se ha extendido por toda la sociedad, ya que Lord Windermere supuestamente le ha estado dando a Mistress Erlynne grandes sumas de dinero. Cuando Lady Windermere revisa los libros de su marido, descubre que es cierto. Lady y Lord Windermere discuten sobre esto cuando él regresa a casa, y Lord Windermere le pide a su esposa que invite a Mistress Erlynne a su fiesta de cumpleaños. Lady Windermere se niega, por lo que Lord Windermere decide invitarla por su cuenta.
Cuando llega la noche, muchos invitados asisten a la fiesta. Mistress Erlynne llega y causa un gran revuelo; la gente asume que Lady Windermere la invitó. En la fiesta, cuando esta intenta acudir a Lord Darlington en busca de apoyo, él le revela su amor por ella y le pide que se escape con él. Lady Windermere no está dispuesta a hacerlo; todavía se siente demasiado confundida y nerviosa por todas las revelaciones del día. Lord Darlington, por su parte, le informa que se irá al día siguiente y nunca más se volverán a ver. Mientras Mistress Erlynne conoce a más personas en la fiesta e, incluso, presiona públicamente a Lord Windermere para que le dé más dinero, Lady Windermere se retira a su habitación. A partir de algunas conversaciones y monólogos de Mistress Erlynne y Lord Windermere, queda claro que Mistress Erlynne es la madre de Lady Windermere, y que la abandonó cuando aquella era pequeña.
Lady Windermere decide que huirá con Lord Darlington y deja una nota para su marido antes de escaparse de la fiesta. Mistress Erlynne encuentra la nota y, al darse cuenta de que su hija está a punto de cometer el mismo error que cometió ella misma cuando era joven, se lleva la nota y va a buscar a su hija. La encuentra en la casa de Lord Darlington y la convence de que no huya de su marido y, sobre todo, de su hijo. Sin embargo, aparecen algunos hombres junto con Lord Windermere en la casa de Lord Darlington, por lo que las mujeres deben esconderse. Lord Windermere ve el abanico de su esposa en la habitación donde se esconde, por lo que Mistress Erlynne debe salir de su escondite y decir que lo tomó, lo que le permite a Lady Windermere escapar sin ser descubierta.
De regreso en su casa, Lord y Lady Windermere se reconcilian y deciden tomarse unas vacaciones lejos de la sociedad. Lady Windermere no quiere irse sin ver a Mistress Erlynne para agradecerle, pero Lord Windermere no quiere que se conozcan, porque teme que Mistress Erlynne revele el parentesco con su esposa. Mistress Erlynne llega a la casa y habla con Lord y Lady Windermere, pidiéndole a esta última una foto de ella, ya que tiene pensado irse para no regresar. Mistress Erlynne insinúa que existe una conexión entre ellas al señalar que tienen el mismo nombre de pila. Luego le pregunta a Lady Windermere si le daría el abanico que Lord Windermere le regaló recientemente para conservarlo de recuerdo, a lo que su hija responde que sí. Así y todo, Mistress Erlynne nunca le revela que es su madre. Al final, ella se va con Lord Augustus, quien anuncia que se van a casar.