El Desfile del Amor Metáforas y Símiles

El Desfile del Amor Metáforas y Símiles

Ida Werfel como diosa, oyentes como sacerdotisas (símiles)

"La oían con asombro, hipnotizadas, a pesar de no entender ni pizca de lo que les relataba. Una que otra vez la acompañé a tales sesiones. Aquellas borricas elegantes y frívolas parecían sacerdotisas que oficiaran en silencio ante el altar de la Diosa".

Cuando Miguel del Solar visita a Emma Werfel, ella le cuenta cómo recibían los demás la obra de su madre, Ida Werfel. En esta cita se aprecia el símil que establece entre las mujeres que le oían y las sacerdotisas que ofrendan ante una diosa. Es decir, por un lado, compara a las mujeres con sacerdotisas, pero por el otro compara a su madre con una diosa. Tal era la seducción que ejercía esta gran mujer al hablar de sus teorías. Incluso sin entender sus palabras, los demás quedaban como hechizados por su forma de explicar.

Tía Eduviges/monstruo (metáfora)

"La exuberancia incontenible de su tía, que de adulto le pareció siempre detestable, resultó quizá el elemento entonces más añorado. ¡Aberrante pero cierto! No advertía que Eduviges era un monstruo y que con el tiempo se volvería peor".

En esta ocasión, el narrador recupera el punto de vista del protagonista, Miguel del Solar, en lo que respecta al aspecto físico de su Tía Eduviges. De alguna manera, su ser un monstruo se extiende también a su forma de ser, pues no parece solo referirse a lo físico, sino también a la actitud de incontinencia verbal que siempre profesó esta mujer a lo largo de su vida. Eduviges se impone ante todos con sus modos algo vulgares, con su impaciencia y arrogancia. A Miguel le fascinaba de pequeño, cuando le contaba cosas que estaban más bien destinadas al oído de un adulto, pero de grande le causa ya un gran rechazo. Del mismo modo, a la madre de Miguel o incluso a Delfina Uribe, o hasta a Ida Werfel, Eduviges les parece una persona más para evitar que para encontrar.

Poeta madlito/cruz (metáfora)

"Fue la pesadilla de la casa. Una verdadera cruz para todos. Las criadas nos contaban cosas horribles. A veces se desnudaba delante de ellas y les mostraba entre risotadas sus partes pudendas. Era el diablo".

Mientras habla con Miguel del Solar, la Tía Eduviges expresa que un pariente político suyo, un joven poeta que al parecer se encontraba enfermo, había sido una 'cruz' para todos. Es decir, quiere expresar que era una carga muy pesada para la familia en un sentido moral, ante la sociedad. Eduviges cuenta que Pedro Balmorán fue a preguntarle por su existencia, pero ella la negó por completo, haciéndose la desentendida.

Delfina Uribe/la vejez (metáfora)

"Me preguntará usted, con razón, ¿a qué viene este rollo? Bueno, a que leí su libro. Me hizo sentir un auténtico fósil. Sabe, yo viví y presencié muchos de los acontecimientos que usted describe. Debo de haber tenido entonces doce o trece años. A esa edad se tienen ya recuerdos precisos. Lo dicho: soy la vejez".

En el último capítulo, del Solar vuelve a visitar a Delfina Uribe, en espera de obtener algún otro dato de importancia acerca de los sucesos de 1942. Ella le cuenta que ha leído su libro ya publicado, el que se refiere a 1914. En ese contexto, le dice que ella es 'la vejez'. Esta metáfora refiere a que ha atravesado ya tantos años de vida, que llega a reconocer los hechos que el historiador cuenta en el libro de 1914 y que eso le hace sentir muy vieja.

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