Robert Louis Stevenson escribió Dr. Jekyll y Mr. Hyde en Bournemouth, en 1885, mientras se recuperaba de una enfermedad. La idea original se le ocurrió en una pesadilla de la que su esposa lo despertó. De hecho, Stevenson estaba decepcionado de que ella hubiera interrumpido un "buen cuento de fantasmas", pero finalmente desarrolló la idea en una narrativa completa. Originalmente, la idea de Stevenson era componer una mera historia de horror, sin matices alegóricos. Sin embargo, después de leerle la versión original a su esposa, ella sugirió que se le podía sacar más jugo a historia. Aunque se resistió al principio, Stevenson quemó el manuscrito original y reescribió toda la novela en solo tres días.
Inmediatamente después de su publicación, en enero de 1887, Dr. Jekyll y Mr. Hyde fue reconocida como una gran obra. Una reseña anónima en "The Times" elogió el libro en gran medida, observando que "nada de lo que el Sr. Stevenson haya escrito hasta ahora nos ha impresionado tanto con la versatilidad de su genio tan original". La reseña concluía con la sugerencia de que la historia se leyera "como un estudio completo en el arte de la literatura fantástica". Los críticos afirman que Dr. Jekyll y Mr. Hyde fue el primer trabajo en el que Stevenson sostuvo, no solo una narrativa completa y emocionante, sino también una historia bien compuesta con una parábola poderosa y oportuna.
Stevenson vivió y escribió durante la época victoriana, cuando la reina Victoria gobernaba Inglaterra. La época victoriana trajo consigo un gran progreso tecnológico y el avance del poder europeo en todo el mundo. Sin embargo, durante el apogeo de los escritos de Stevenson, a fines del siglo XIX, los artistas, escritores e intelectuales empezaron a alejarse de la celebración del "progreso" que había definido tanto la época, y pusieron en cuestión la relevancia y la permanencia de la dominación global de la cultura occidental. Como parte de este grupo cada vez más pesimista de escritores, Stevenson basó este libro en sus propias experiencias. Se enfoca en un medio que conoce bien: el mundo de los hombres poderosos de la clase media alta, en el que temas como la apariencia y la vestimenta eran extremadamente importantes. Al examinar esta existencia superficial, Stevenson pone el foco en la hipocresía de los estratos sociales y en el peligro de permitir que la maldad innata de la naturaleza humana corra libre. Escribe así la historia de un médico respetable que se transforma en un asesino salvaje.
El final del libro revela el hecho, ya universalmente conocido, de que el doctor Jekyll y Mr. Hyde habitan en el mismo cuerpo. El doctor Jekyll es la imagen de la clase social y la excelencia profesional, mientras que Mr. Hyde es la encarnación de la naturaleza malvada y oculta del doctor. Al separar claramente estos dos polos opuestos, pero irónica e inextricablemente combinados, Stevenson examina la relación del hombre con el bien y el mal, y analiza la lucha constante y el equilibrio entre ambos. En el amplio contexto cultural de la época victoriana, el encanto de Hyde podría ser comparable a la fascinación de la cultura occidental por los países y las culturas percibidas como "salvajes", específicamente África y las Indias Occidentales. Jekyll, por su parte, es la encarnación de los modales ingleses, del orgullo y de la alta cultura. Al explorar, visitar y conquistar países remotos, Inglaterra y Europa creían que estaban civilizando pueblos salvajes, trabajando a menudo para convertir a estos habitantes al cristianismo. Aunque fascinados por estas nuevas y extrañas culturas, los europeos descartaron sus formas de vida. Por lo tanto, el doctor Jekyll representa el enfoque europeo de la colonización en su examinación de los ideales salvajes. Sin embargo, se muestra incapaz de controlar a su yo malvado, o de ocultar ("hide" en inglés, y por eso el homónimo "Hyde") su fascinación por él, por lo que muere en el proceso de intentar recuperar su refinada identidad original.
Muchos críticos han mencionado el trasfondo de la homosexualidad y la homosocialidad en Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Los hombres de la novela tienen relaciones personales muy estrechas, las mujeres no juegan ningún papel en la historia o en las vidas de los hombres, y a veces los desconocidos parecen creer que la relación entre el Dr. Jekyll y el misterioso señor Hyde tenga alguna naturaleza sexual desviada. Sin embargo, esta noción nunca se expresa directamente sino en euphemismos de la época. Curiosamente, en cada versión cinematográfica o teatral de la historia que se ha actualizado, desde 1920 hasta el presente, el involucramiento de Jekyll y Hyde con las mujeres ha sido una parte esencial de su imagen. La historia de Stevenson de 1886, al contrario, no se centra en las mujeres ni en las relaciones románticas, sino que es una historia de horror "intelectual" que examina la naturaleza fundamental del hombre.
Aunque Dr. Jekyll y Mr. Hyde es ampliamente reconocida como una pieza monumental de ficción, el concepto de Stevenson de la dualidad al interior de la identidad humana no era completamente original. De hecho, había conocido precursores de su historia mucho antes de escribir la novela. Entre las obras más citadas como influyentes en el desarrollo del trabajo de Stevenson se encuentran Los elixires del diablo (1816), de E.T.A. Hoffman, Memorias privadas y confesiones de un pecador justificado (1824), de Thomas Jefferson Hogg, "William Wilson" (1839), de Edgar Allan Poe y, la más significativa, El caballero doble (1840), de Théophile Gautier. La historia de Gautier se centra en Oluf, que tiene una naturaleza doble y lleva una vida atormentada, al igual que Jekyll y Hyde.