La literatura gótica floreció en la Europa del siglo XIX, y El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde entra sin dudas en esta corriente. La primera novela gótica inglesa fue El castillo de Otranto (1765), de Horace Walpole, que fue muy popular y comenzó a ser imitada rápidamente. Los lectores estaban fascinados con su suspenso, con el uso de lo sobrenatural y con las influencias medievales. Pronto, gracias a la influencia del exitoso libro de Walpole, la literatura gótica se convirtió en un género, que toma su nombre del ambiente medieval o gótico de Otranto. Las primeras novelas góticas se ambientaban generalmente en la Edad Media y en lugares remotos. Las obras góticas posteriores se liberaron de estas restricciones. La novela gótica se hizo particularmente popular en Gran Bretaña, donde se escribieron obras maestras como Drácula, Otra vuelta de tuerca, Frankenstein y Jane Eyre.
Uno de los temas principales de las novelas góticas tiende a ser la existencia de poderosos secretos, como la conexión de Jekyll con Hyde. Además, casi todas las novelas góticas tienen lugar en un lugar extraño y misterioso, como el castillo de Drácula, la propiedad de Thornfield en Jane Eyre, o la noche oscura y misteriosa de Londres en el caso de El doctor Jekyll y Mr. Hyde. Stevenson pone gran énfasis en las oscuras y húmedas calles de Londres en un lenguaje maravillosamente descriptivo. Por ejemplo, mientras Poole y Utterson se preparan para derribar la puerta del gabinete de Jekyll, Stevenson escribe: "Empujadas por el viento, las nubes se habían acumulado sobre la luna, y ahora todo estaba oscuro. Mientras andaban, el viento, que sólo soplaba a ráfagas y bocanadas dentro de aquel profundo patio de luces, agitaba la vela de un lado para otro (...)".
Para ser considerada gótico, una novela debe contener alguna combinación de las siguientes características, según se indica en litgothic:
- Un castillo, en ruinas o intacto, encantado o no;
- Edificios en ruinas que resultan siniestros, o que despiertan una agradable melancolía;
- Calabozos, pasajes subterráneos, criptas y catacumbas que, en las casas modernas, se convierten en escalofriantes sótanos o áticos;
- Laberintos, pasillos oscuros y escaleras sinuosas;
- Sombras, un rayo de luz de luna en la oscuridad, una vela parpadeante, una única fuente de luz que se apaga (una vela que se apaga con el viento o una falla eléctrica);
- Paisajes extremos, como montañas escarpadas, densos bosques o yermos congelados, y climas extremos;
- Augurios y maldiciones ancestrales;
- Magia, manifestaciones sobrenaturales o la sugerencia de elementos pertenecientes al ámbito de lo sobrenatural;
- Un villano-héroe o villano impulsado por la pasión;
- Una heroína curiosa con tendencia a desmayarse y la frecuente necesidad de ser rescatada;
- Un héroe cuya verdadera identidad se revela al final de la novela;
- Eventos horripilantes o aterradores, o la amenaza de tales acontecimientos.
El gótico se caracteriza también por el pesimismo, el misterio, el suspenso, el drama, una tendencia a lo macabro y comportamientos sensacionales. Desarrollado por primera vez como un género literario, las imágenes góticas ahora invaden programas de televisión, películas y obras de teatro.