La Comunidad del Anillo es el primer libro de la aclamada trilogía de John Ronald Reuel Tolkien, El Señor de los Anillos (ESDLA), que se publica en 1954, a través de la editorial George Allen & Unwin. Tolkien escribe la trilogía después de construir el mundo ficcional que denomina como Tierra Media. Es por eso que muchos de los personajes y locaciones que se encuentran en El Señor de los Anillos, ya aparecen en su libro anterior, El Hobbit, e incluso en El Silmarillion, aunque este último se publica de forma póstuma. Estas tres obras de Tolkien, entre otras, desarrollan y presentan a la Tierra Media en su extensión, incluyendo sus mitologías y diferentes etapas históricas, o “edades”. Particularmente El Hobbit y La trilogía de El Señor de los Anillos transcurren durante la Tercera Edad de la Tierra media.
La historia narrada en El Señor de los Anillos se compone de extractos de El Libro Rojo de la Frontera del Oeste. Este libro funciona como una fuente histórica ficticia, que escriben Bilbo, Frodo, Sam, Merry y Pippin, los hobbits protagonistas de la novela. En él, narran el fin de la Tercera Edad de la Tierra Media a través de sus aventuras en la misión por destruir el Anillo Único. Es por esto que la obra adquiere el estilo de una crónica histórica, con pretenciones de objetividad, mientras que, a su vez, plantea un juego literario entre los personajes y la voz narradora, ya que quienes viven las aventuras son quienes luego las narran.
Algunos críticos ven en el desarrollo de las historias de la Tierra Media una reflexión sobre los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Estos críticos se amparan en la división entre Oriente y Occidente. Sin embargo, es importante mencionar que Tolkien escribe su obra antes de la guerra, y que no aprueba esta mirada simplista sobre su obra.
Finalmente, es importante destacar que Tolkien, como académico en la Universidad de Oxford, introdujo en su mundo ficcional todos sus conocimientos sobre las lenguas anglosajonas e indoeuropeas para crear sistemas lingüísticos autónomos. En este sentido, cobra sentido la importancia de la palabra a lo largo del relato, el poder de ciertos conjuros, la prohibición de mencionar otras palabras, e inclusive el poder de las canciones, que en reiteradas ocasiones salvan de los peligros a los protagonistas.
Por otra parte, en la obra de El Señor de los Anillos también se puede detectar la influencia religiosa y cristiana de Tolkien. Los personajes utilizan su libre albedrío para elegir ser parte del Bien o del Mal, y así se constituyen las fuerzas del Bien, que luchan por liberar a la Tierra Media del dominio del Señor Oscuro, que representa el Mal y busca ser el único señor y gobernante de toda la creación.