La obra Esperando a Godot se desarrolla en un camino en el campo frente a un árbol al anochecer. Allí se encuentra Estragon, que intenta quitarse el zapato. Vladimir, su compañero, entra en escena y comienzan a hablar sobre dónde ha pasado la noche Estragon y de la importancia de descalzarse todos los días. Luego, Vladimir comienza a contarle a Estragon la historia de los ladrones que fueron crucificados junto a Cristo. Apenas Estragon propone que se vayan de allí, Vladimir le recuerda que no pueden, ya que están esperando a Godot.
La situación de tener que esperar a Godot los empuja a buscar diferentes formas de que el tiempo pase. Por ejemplo, en un momento Estragon propone ahorcarse colgándose de la rama del árbol. Finalmente, por el riesgo que implicaría que alguno de los dos no muriera y quedara uno solo esperando, deciden no hacerlo. La obra continúa en una progresión frenética de diálogos incoherentes entre Vladimir y Estragon.
En un momento, escuchan un grito terrible y permanecen inmóviles y expectantes. Entra Lucky, que lleva una soga al cuello y, detrás de él, aparece Pozzo, que conduce a Lucky tirando de la soga. Estragon confunde a Pozzo con Godot y esto enfurece al recién llegado. Luego de un intercambio plagado de incoherencias, Pozzo comienza a maltratar a Lucky para que Vladimir y Estragon observen lo bien adiestrado que está. Estragon, por su parte, le pide a Pozzo los huesos de pollo que ha tirado al suelo después de comer. Pozzo le dice que los huesos lo corresponden a Lucky, pero como este no responde a la pregunta de Estragon, Pozzo le dice que se los puede quedar.
Vladimir en principio está indignado por la forma en que Pozzo trata a Lucky, pero luego comprende que este le trae bastantes problemas a Pozzo. Cuando Lucky se pone a llorar, Estragon se acerca para secarle las lágrimas con un pañuelo, pero recibe una patada en la tibia por parte del esclavo de Pozzo. Luego, Pozzo le hace hacer diferentes proezas a Lucky, como bailar y pensar, para que el tiempo de espera se les haga más corto a Vladimir y Estragon. Cuando Pozzo y Lucky se van, entra un muchacho que trabaja para Godot. Él les informa a Vladimir y Estragon que Godot no va a poder asistir ese día a la reunión que tenían programada; sin embargo, dice que lo más probable es que al día siguiente sí pueda asistir. Este Acto primero concluye con Vladimir y Estragon que acuerdan volver al día siguiente a esperar a Godot, pero en el momento que deciden marcharse para encontrar un lugar para pasar la noche, no logran moverse.
El Acto segundo comienza en el mismo camino en el campo y también al anochecer, como en el Acto primero. Estragon está descalzo y comienza a cantar. Aparece Vladimir en escena, que lo quiere abrazar, pero Estragon no se lo permite. Luego Vladimir nota que Estragon ha sido golpeado y la pregunta quién fue, pero él no lo recuerda. Vladimir debe recordarle una vez más a Estragon que están allí para esperar a Godot. Estragon tampoco recuerda el plan de ahorcarse en el árbol, ni a Lucky y Pozzo. Una vez más, los protagonistas se trenzan en diálogos incoherentes que, por momentos, tienen una fuerte carga poética. Cada tanto, Vladimir le tiene que recordar a Estragon que siguen esperando a Godot.
Pozzo y Lucky vuelven a entrar en escena, pero esta vez el primero está ciego y el segundo, mudo. Ninguno de los dos recuerda a Vladimir y Estragon. Pozzo se cae y Vladimir y Estragon debaten sobre los beneficios de ayudarlo a levantarse. Vladimir intenta ayudar a Pozzo a levantarse, pero se cae a su lado y le pide ayuda a Estragon, que también cae cuando intenta levantar a su compañero. Pozzo continúa gritando, desesperado, pidiendo ayuda. Luego de que Pozzo logra tranquilizarse, les confirma a Vladimir y Estragon que no los recuerda del día anterior. Finalmente, Pozzo y Lucky salen de escena.
Al igual que el día anterior, vuelve el muchacho que trabaja para Godot. Trae el mensaje de que ese día el señor Godot tampoco podrá asistir al encuentro, pero que es muy probable que pueda hacerlo el día siguiente. Vladimir le pregunta al muchacho si se acuerda del encuentro que tuvo con ellos el día anterior, pero el chico no los recuerda. Vladimir adopta una actitud agresiva hacia el muchacho y le exige que los recuerde; el muchacho, aterrorizado, huye. Cuando se quedan solos, Estragon vuelve a plantear la idea de ahorcarse colgándose del árbol. Vladimir observa que necesitan una cuerda más gruesa que la que tiene su compañero. Acuerdan volver el día siguiente con una cuerda mejor y colgarse, a menos que aparezca Godot, en cuyo caso estarían salvados. Vladimir propone irse de allí para volver al día siguiente. Estragon está de acuerdo, pero ninguno de los dos se mueve, y así concluye la obra.