La familia
Franny y Zooey está protagonizado por dos de los siete hermanos Glass, y en el texto tiene gran relevancia Bessie, la madre de todos ellos. Los Glass son una familia ficcional cuyos miembros protagonizan diferentes textos de Salinger, que, aunque funcionan de forma autónoma, tienden lazos entre sí para constituir, en su conjunto, una gran reflexión sobre las relaciones familiares.
Los hermanos Glass comparten entre sí la cualidad de ser superdotados, y la mayoría de ellos tiene una profunda inquietud espiritual, característica esta última que comparten con el mismo Salinger. Estas cualidades los distinguen de sus padres, que podríamos caracterizar como personas relativamente corrientes, aunque con inclinaciones artísticas. Las obras de Salinger, y esta en particular, se construyen, en buena medida, sobre la complejidad de los vínculos que los hermanos establecen con sus padres y entre sí. En este caso, cuando Franny tiene una crisis existencial, regresa a la casa de sus padres, y la trama se desarrollará en este ámbito, mientras su madre y su hermano intentan, a su modo, ayudarla.
Aunque Franny y Zooey está protagonizada por los dos más jóvenes de la familia, en este texto se destaca la centralidad que tienen para todo el clan familiar las figuras de Seymour y Buddy. Seymour, el mayor y acaso el más querido, se ha suicidado tras su participación en la Segunda Guerra Mundial, y esta herida ha calado hondo en todos los Glass, operando de forma diferente en casa uno. Buddy, por su parte, es de algún modo el sustituto de Seymour tras la muerte de este: es el segundo mayor y también se ha dedicado a la literatura y a la vida académica, aunque se asume menos talentoso que su hermano. Además, ambos se han encargado de la educación de Franny y Zooey. En este punto, es interesante que Buddy funciona, al mismo tiempo, como sustituto de Seymour y como alter ego del propio Salinger.
La importancia del tema de la familia en Salinger se asocia a su particular interés en la infancia, siempre nucleada en el ámbito familiar. En Franny y Zooey, esta aparece ligada a la educación espiritual que han recibido los protagonistas siendo niños, y que parece configurar, irremediablemente, su visión del mundo.
La religión y la espiritualidad
Desde que Lane ve el libro de tapas verdes entre las cosas de Franny, al principio de Franny y Zooey, y ella le quita importancia con evidente incomodidad, tenemos indicios de que lo que se relata en esta obra es, esencialmente, la crisis espiritual de su protagonista femenina.
Franny está leyendo un libro religioso que predica la Oración de Jesús, y aunque su contenido es religioso, el interés y el abordaje del texto, tanto por parte de Franny como de su hermano, es más bien espiritual: lo que se busca es una enseñanza sobre cómo vivir. El germen de esta búsqueda ha sido inculcado en Franny y en Zooey por sus hermanos mayores, Seymour y Buddy. Encargados de la educación de los dos pequeños e interesados en promover en ellos la sabiduría antes que el conocimiento, los han introducido desde muy chicos en las enseñanzas espirituales del budismo.
Si al comienzo del libro vemos que esta crisis le ha provocado a Franny una auténtica depresión, su estadía en la casa de sus padres y sus conversaciones con Zooey la ayudarán a atravesar un proceso de aprendizaje espiritual exitoso.
La educación, el conocimiento y la sabiduría
Franny y su novio estudian en dos de las mejores universidades del mundo. Sin embargo, la ruptura de ella con este espacio, su desencanto respecto de la educación que recibe, y su creencia de que el conocimiento que se produce y reproduce allí nada tiene que ver con la sabiduría es, en suma, el disparador para que la muchacha se sumerja en una profunda crisis existencial.
El germen de esta crisis, por otro lado, está en la educación espiritual que tanto Franny como Zooey han recibido de chicos de sus hermanos mayores, Seymour y Buddy. Interesados en el budismo, ellos han formado a sus hermanos en la búsqueda de la verdadera sabiduría antes que en el conocimiento como acumulación de contenidos.
En definitiva, esta obra presenta una noción de sabiduría opuesta al conocimiento, asociada al amor y el anhelo, antes que al egoísmo y la acumulación.
Genio y soledad
"No sé de qué os sirve saber tanto y ser tan listos si eso no os hace felices" (94), se pregunta Bessie respecto de sus hijos. Y es que los siete hermanos Glass son considerados genios, y esto, más que un beneficio, ha constituido para la mayoría de ellos una condena, en tanto los aleja de los otros, la "gente normal", convirtiéndolos en seres solitarios.
En Franny y Zooey podemos ver cómo la inteligencia desmedida de Franny la aleja de su novio, Lane, aunque ella se esfuerce por ser empática con él y no juzgarlo ni criticarlo por su conformismo y su superficialidad. Del mismo modo, vemos a Zooey siendo brutal con su madre, a quien trata de estúpida en varias ocasiones, reconociendo, él mismo, la inseguridad que provoca en quienes los rodean, particularmente en los guionistas a quien alude (LeSage y Dick Hess). Aún más, en sus conversaciones con su hermana, a quien lejos está de subestimar, vemos cómo su aguda inteligencia está asociada en él a un gran cinismo y una distancia irónica, respecto del mundo, que le dificultan la empatía: Zooey es ácido, irónico y por momentos cruel, incluso cuando intenta genuinamente consolarla.
Los personajes brillantes -y particularmente los niños genios- son frecuentes en la obra de Salinger, y siempre se caracterizan por ser seres involuntariamente solitarios.
El conformismo
Como analizaremos en más detalle en la sección de Resumen y Análisis de esta guía, la sociedad norteamericana de los años 50, en la que se contextualiza esta obra, es particularmente conformista: habiendo atravesado experiencias traumáticas (como la crisis del 30 y la Segunda Guerra Mundial) en su infancia, la llamada "generación silenciosa" hace sus mayores esfuerzos por adaptarse al sistema antes que cambiarlo.
La crisis existencial que Franny sufre en esta obra parece tener su disparador en el hartazgo ante este conformismo que la rodea: la frivolidad de la vida universitaria, los consumos de la burguesía ascendente a la que pertenece y la educación que recibe le producen rechazo, se siente ajena a todo ello.
Más adelante, en la conversación entre Zooey y Bessie, el muchacho argumentará que su desprecio por el psicoanálisis se debe a los esfuerzos de esta disciplina por
adaptar a la gente a los placeres de la televisión, de la revista Life todos los miércoles, de los viajes a Europa, de la bomba H, de las elecciones presidenciales, de la portada del Times, de las responsabilidades de la Asociación de Padres y Profesores de Westport y Oyster Bay, y Dios sabe qué otras cosas gloriosamente normales... (86).
El ego y el egoísmo
Franny y Zooey pone en debate qué es el ego y qué el egoísmo, y lo piensa en relación con la noción de anhelo.
Al principio de la obra, encontramos a Franny desencantada de la vida universitaria, despotricando especialmente contra la egomanía de los profesores. Luego extiende la crítica al egoísmo y el narcisismo del mundillo del teatro. Será más adelante en la obra cuando Zooey sugiera que, contrario a la opinión de Franny, los profesores mediocres de los que ella se queja no tienen ego alguno; si los tuvieran, dejarían sus aficiones y se dedicarían de lleno a aquello que anhelan. Y si todos hiciéramos lo mismo, deja entrever, el mundo sería mejor. Así, el joven contrapone una noción de ego positiva, asociada a la responsabilidad de cada uno respecto de su deseo y contrapuesta, en buena medida, al egoísmo, en tanto va de la mano de la predicación de la espiritualidad como amor universal.
La depresión y el suicidio
El suicidio de Seymour, el mayor de los hermanos Glass, tiñe la vida de todos los miembros de la familia, y la depresión, que se presenta como una amenaza casi inevitable para los superdotados y, por tanto, solitarios hermanos, invade de hecho a Franny a lo largo de toda la obra.
Si bien la crisis existencial que atraviesa Franny se presenta esencialmente como un problema espiritual que responde, en buena medida, a un orden social, también podemos leerlo como una problemática de salud mental. Desde una perspectiva psiquiátrica, la chica presenta claros síntomas de depresión: dificultad para conectar emocionalmente con otros, desgano general y falta de entusiasmo, pérdida de interés en disciplinas y actividades que antes le gustaban, falta de apetito.
La introducción de este aspecto del problema que atraviesa Franny aporta al carácter verosímil y multifacético del personaje, en tanto podemos leer sus vivencias desde diferentes perspectivas, todas válidas y complementarias: como crisis espiritual, como crítica social y como fenómeno psicológico.