Harry Potter y la piedra filosofal

Harry Potter y la piedra filosofal Resumen y Análisis Capítulos 8-9

Resumen:

Durante sus primeras semanas en Hogwarts, Harry se acostumbra poco a poco a ese nuevo contexto. Todos hablan de él y se lo quedan mirando cuando pasa, y tanta atención lo pone incómodo. Todas sus clases son interesantes, excepto por Historia de la Magia, que es ensañada por un fantasma extremadamente aburrido. También está un poco desilusionado por Defensa contra las Artes Oscuras, puesto que el Profesor Quirrel parece estar más interesado en defenderse él mismo de los vampiros que en enseñar a sus alumnos hechizos y contrahechizos. Hay muchos rumores sobre el extraño olor que emana del turbante púrpura del profesor Quirrel, pero Fred y George Weasley, los mellizos de Ron, insisten en que lo llena de ajo para protegerse de lo que sea que escape. Harry también se siente aliviado al descubrir que muchos de los otros estudiantes de primer año saben tan poco de magia como él. Durante su primera clase de Transformaciones, Hermione es la única estudiante capaz de transformar su fósforo en una aguja. El resto de los estudiantes falla tanto como Harry.

Durante su primera clase de Pociones, Harry entiende que no estaba fantaseando cuando vio al Profesor Snape mirándolo con desprecio. Harry no saber por qué, pero el profesor parece detestarlo. Se burla de Harry y lo trata como a la nueva “celebridad” en Hogwarts, y luego lo humilla haciéndole preguntas específicas sobre hierbas mágicas. Hermione es la única estudiante que conoce las respuestas a aquellas preguntas, pero Snape se niega a darle la palabra. Finalmente, le quita a Gryffindor varios puntos por la incapacidad de Harry de responder.

Después de la clase, Ron y Harry visitan a Hagrid en su cabaña en los lindes del Bosque Prohibido. Harry le cuenta al gigante sobre su clase de pociones, pero Hagrid insiste en que el niño debe estar exagerando, porque el Professor Snape no tendría ninguna razón para odiarlo. Sin embargo, Harry nota que Hagrid no lo mira a los ojos mientras le dice todo esto. Mientras están en la cabaña, Harry encuentra un recorte de diario de El Profeta que detalla un intento de robo en Gringotts. Harry se da cuenta de que la tentativa sucedió el día de su cumpleaños, y se pregunta si el misterioso paquete que Hagrid sacó de la bóveda 713 no tendrá algo que ver en el asunto.

La aversión que Harry le tiene a Draco sigue creciendo hasta que termina por odiarlo más que a Dudley. Así, Harry se enoja al descubrir que los estudiantes de primer año de Gryffindor y de Slytherin deben tomar clases de vuelo juntos. Harry no sabe nada de volar, y menos sobre Quidditch, y tiene miedo de ser humillado frente a Malfoy, quien se la pasa alardeando su experiencia volando. Neville está igual de nervioso, especialmente porque siempre tuvo porhibido volar en casa de su abuela.

La mañana de la primera clase de vuelo Neville recibe un paquete de su casa que contiene una Recordadora, una esfera de cristal cuyo interior se torna rojo para recordarle al dueño que ha perdido algo. Cuando Neville toma su Recordadora, Malfoy se la quita y se burla de él. Ron y Harry instantáneamente se levantan para pelear con Malfoy, pero la Profesora McGonagall interviene y ordena a Malfoy devolver la esfera.

Durante la clase de vuelo, Madam Hooch les enseña a montar en sus escobas y a elevarse sobre el piso. Neville accidentalmente se eleva demasiado antes de caerse de la escoba y quebrarse la muñeca. Madame Hooch lo lleva al hospital y le ordena al resto de la clase que no vuele durante su ausencia. Malfoy entonces comienza a burlarse de Neville y encuentra en el suelo su Recordadora. Entonces, vuela en su escoba y dice que se la esconderá en la punta de algún árbol. Olvidándose de las órdenes de Madam Hooch, Harry monta sobre su escoba y persigue a Drago, sorprendiéndose a sí mismo y a los demás por lo bien que puede volar.

Malfoy se niega a devolver la Recordadora y la arroja lo más lejos que puede. Harry se lanza en picada para poder agarrarla antes de que toque el piso. Se sorprende por las ovaciones que recibe cuando regresa al suelo y se maravilla por el don que tiene y que acaba de descubrir. De pronto, la Profesora McGonagall llega gritando el nombre de Harry y le ordena que la siga. Harry se imagina que van a expulsarlo pero, en su lugar, la Profesora le presenta a Oliver Wood, el capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor. McGonagall le cuenta a Wood la hazaña que acaba de protagonizar Harry Potter para recuperar la Recordadora, y Wood le ofrece la posición de Buscador en su equipo, aunque en general los estudiantes de primer año tienen prohibido participar en el deporte.

Durante la cena, Harry le cuenta a Ron sobre su nuevo puesto. Fred y George se presentan como los Batidores del equipo de Gryffindor. La banda de Malfoy también se acerca a los niños, soprendidos de que todavía no hayan expulsado a Harry. Como la tensión crece, Malfoy reta a Harry a un duelo a medianoche en la sala de trofeos. Harry no sabe lo que significa un duelo de magos, pero acepta de todas formas.

A las once y media, Harry y Ron abandonan la torre de Gryffindor para encontrarse con Malfoy. Cuando están pasando a través del retrato que sirve de entrada a la sala común de Gryffindor los sorprende Hermione, quien los reprende porque están arriesgando perder puntos para su casa al estar fuera de la sala después del toque de queda. Los niños la ignoran, pero ella los sigue. En el camino se encuentran con Neville, quien se ha olvidado la contraseña y no puede entrar al dormitorio.

Cuando los cuatro están por entrar a la sala de trofeos se encuentran con Filch, el cuidador del castillo. Malfoy los ha engañado para que estén fuera de sus camas después del horario permitido y le ha advertido a Filch que algunos estudiantes intentarían entrar al salón. Los cuatro niños escapan de Filch a toda velocidad y, sin darse cuenta, entran al corredor prohibido en el tercer piso. Con Filch justo detrás, Hermione utiliza un hechizo para abrir la cerradura de la puerta, entran al corredor y cierran la puerta tras ellos. Allí, se dan cuenta de que se han encerrado con un monstruoso perro de tres cabezas. Harry rápidamente abre la puerta otra vez y escapan justo a tiempo. De alguna manera, los cuatro estudiantes encuentran su camino a la sala común sin ser atrapados por Filch. Hermione les reprocha a Harry y a Ron por haber dejado la sala esa noche y menciona que el perro estaba ubicado sobre una puerta trampa. Harry, entonces, piensa que ese monstruoso animal debe ser el guardián del misterioso paquete que Hagrid sacó de la bóveda 713.

Análisis:

En este punto de la novela queda claro que Harry, a pesar de ser único en muchos aspectos, no deja de ser un chico normal. No le va bien en todas las clases, le disgustan varios de sus profesores y tiene problemas con sus tareas, al igual que muchos otros estudiantes. En la tradición literaria clásica, el héroe de un relato de estas dimensiones tendría poderes y habilidades remarcables. En la novela de Rowling, sin embargo, la caracterización heroica de Harry resulta de su determinación y su coraje, más que de sus dotes mágicas naturales. Como resultado, Harry no se perfila como el héroe tradicional, sino como un niño en pleno desarrollo de sus potencialidades, lo que hace que la novela sea mucho más atractiva para los jóvenes lectores.

Rowling sí elige incorporar una habilidad excepcional en el personaje de Harry: el vuelo. A pesar de que nunca ha montado una escoba voladora, en la primera clase de vuelo Harry es totalmente superior a sus compañeros en cuanto a su habilidad para volar. Y a diferencia de Malfoy, que usa su habilidad para pavonearse, Harry solo descubre su talento porque está tratando de recuperar la Recordadora de Neville. Casi parece que su habilidad fuera una recompensa por su naturaleza compasiva y leal hacia sus amigos. Pero Rowling le otorga a Harry esta única habilidad y, de la misma manera, evita que Ron y Hermione posean un talento desmedido. De esta forma, Rowling evita que Harry se torne arrogante o egocéntrico en su papel de héroe a la vez que hace que la amistad entre los tres sea más convincente.

Lo mencionado anteriormente también implica una subversión de los formantes clásicos del relato heroico, ya que la figura de Harry no representa el paradigma del héroe como una figura monolítica y exitista, sino que lo coloca al nivel del resto de sus compañeros y explora su naturaleza humana cargada de complejidades y ambigüedades. Harry resulta talentoso para algunas cosas, como para el vuelo, mientras que en otras no destaca particularmente, como sucede en sus clases de encantamientos o pociones.

El descubrimiento accidental del corredor prohibido se transforma en un elemento importante del argumento en torno al misterioso paquete de la bóveda 713. La introducción de este paquete en la historia es tan insignificante que los lectores, junto a Harry, podrían haber asumido que no tendría una mayor importancia en la novela. Sin embargo, con el descubrimiento del perro de tres cabezas que custodia una puerta trampa donde posiblemente se oculte este paquete, este evento se convierte en parte del argumento principal de la novela, impulsando a Ron, Harry y Hermione a investigar sobre Nicolas Flamel, aprender sobre la Piedra Filosofal y, eventualmente, descubrir que Voldemort está detrás de los intentos de robo.

La presencia de la Piedra Filosofal en Hogwarts también suma a la historia un elemento de misterio y suspenso, así como también de aventura y horror. En lugar de ser simplemente una novela sobre el primer año de un estudiante en un colegio de magia, el texto deriva hacia las habilidades detectivescas de Harry y su carrera por encontrar la Piedra Filosofal antes de que lo haga Voldemort. Al introducir el paquete misterioso al principio de la exposición de Harry al mundo mágico y luego incorporarlo en el argumento de la novela, Rowling construye una narrativa de muchas capas que se suman al entramado total de la historia.

En narratología, esta operación constituye una función de distribución dentro del relato: los elementos que aparecen en un punto de la narración, aunque quizás no parezcan ser importantes, pueden tener un correlato en capítulos posteriores, y hasta transformarse en elementos fundamentales de la trama. El ejemplo tradicional para explicar esta función señala que si en el relato se ha mostrado una espada colgando como adorno en los primeros capítulos, muy probablemente esa espada sea utilizada por un personaje en algún momento de la narración. De forma análoga, aquella mención del pequeño paquete no ha sido casualidad, sino que tendrá un correlato en la trama principal de la novela.

El juego detectivesco se desata cuando Hermione se percata de que el perro de tres cabezas está custodiando una puerta trampa. Los niños comienzan entonces a hacer suposiciones sobre qué será lo que guarda aquella criatura, y Harry rápidamente lo relaciona al paquete de la bóveda 713: “Hermione le había dado a Harry algo más para pensar, mientras se trepaba a la cama. El perro vigilaba algo. ¿Qué había dicho Hagrid? Gringotts era el lugar más seguro del mundo, para algo que uno quisiera ocultar… excepto tal vez Hogwarts. Parecía que Harry había descubierto dónde estaba el paquetito arrugado de la bóveda setecientos trece” (p. 138).

Los relatos detectivescos tradicionales se desarrollan en base a lo que se conoce como Spiel mit indizien, es decir, el juego sobre los indicios: los personajes tratarán de encontrar en cada situación que les toque vivir un indicio, una pista que los ayude a resolver el misterio que se plantean. Con el mismo objetivo, lo niños también volverán sobre los hechos vividos para hallar en ellos las huellas que les permitan desentrañar el misterio. Como se verá en los capítulos siguientes, esta estructura propia del relato policial se sostendrá y cobrará el protagonismo de la narración. La misma dimensión detectivesca va a estructurar también los dos libros siguientes de la saga.

Por otro lado, cuando Harry se adentra en el corredor del tercer piso también pone de manifiesto una naturaleza un tanto rebelde que se volverá otro rasgo importante de su personalidad a lo largo de toda la saga. Harry está dispuesto a aceptar las reglas de la escuela la mayor parte del tiempo, pero tampoco siente culpa al romperlas en situaciones determinadas. Por ejemplo, cuando Harry vuela tras Malfoy para recuperar la Recordadora de Neville, está desobedeciendo una orden directa de Madam Hooch. Sin embargo, su sentido de justicia, compasión y lealtad se sobreponen a su preocupación por las reglas: el fin justifica los medios.

En este caso particular, Harry entra al corredor prohibido por accidente. Sin embargo, Rowling usa esta instancia para presentar el concepto de causalidad que muchas veces va a determinar el curso de la acción en esta novela y en toda la saga.

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