Lástima que sea una puta es una obra de teatro escrita en el año 1626 por el dramaturgo John Ford. La pieza consta de cinco actos y se considera una tragedia moderna, perteneciente al estilo teatral conocido como teatro isabelino o renacentista. Es representada por primera vez en el año 1629, en el teatro Cockpit, por la aclamada compañía teatral Queen Henrietta's Men. Dicha compañía de actores es considerada como la segunda mejor de Londres en aquella época y, para el momento del estreno, dispone de sus actores principales para la representación, incluidos William Sherlock, Anthony Turner y Richard Perkins. La primera publicación de la obra la realiza Nicholas Okes para el librero Richard Collins, y Ford dedica el libro a John Mordant, el primer conde de Peterborough y barón de Turvey.
Lástima que sea una puta aborda las relaciones incestuosas entre un hermano y una hermana, por lo que en su época genera una gran controversia y el rechazo de muchas personas, por considerar que celebra y apoya el incesto. La historia trata sobre un joven llamado Giovani, recién graduado de la Universidad de Bolonia, que se siente atraído por su hermana, Anabella. A pesar de las advertencias de su fraile, que le dice que sus sentimientos son pecaminosos y originados por influencia del diablo, Giovani le confiesa su amor a Anabella y descubre que ella le corresponde. Así, los hermanos sostienen un vínculo amoroso a escondidas con la complicidad de la tutora de Anabella, Putana.
En el momento de su estreno, la temática de la obra la convierte en una de las piezas más controversiales de la literatura inglesa. Es así que en el año 1831, cuando se publica la primera recopilación de las obras de John Ford, Lástima que sea una puta es omitida por completo. En otras colecciones posteriores, la controversia se sostiene debido al título de la obra, considerado extremadamente inapropiado, por lo que en ocasiones incluso es publicada con el título de Giovanni y Anabella.
Se sabe que la obra es representada en la era del famoso cronista Samuel Pepys, porque él mismo escribe una reseña sobre ella. Sin embargo, luego la obra no se lleva al teatro nuevamente sino hasta el año 1923. El rechazo por esta pieza de Ford no solo se debe a su tema y su título, sino también a que, según el público y los críticos, el autor es extremadamente benevolente con las perversiones de Giovanni, las cuales no son presentadas como tales, sino que se tratan como una fuerza imparable de la naturaleza.
Durante todo el siglo XX, las representaciones de Lástima que sea una puta obtienen mayor aceptación, aunque nunca queda exenta de las controversias. Tiempo después, la obra es adaptada al cine en dos oportunidades, en el año 1966, en Suecia, bajo el título Mi hermana, mi amor, y en el año 1978, en Bélgica, respetando el título de la obra.