Los anillos (Símbolo)
A lo largo de la obra, los anillos que los personajes utilizan y entregan a sus amantes simbolizan el compromiso y la fidelidad entre ellos. Cuando Donado escribe una carta para que su sobrino corteje a Anabella, le entrega también un anillo, que la joven se niega a aceptar, puesto que comprende el valor simbólico de dicho objeto y rechaza un posible compromiso con Bergetto. Anabella, por su parte, le entrega a Giovanni el anillo que recibió de su madre y que estaba destinado a su futuro esposo. Con ello, la joven demuestra el grado de compromiso y de fidelidad que tiene para con su hermano.
Las hojas de sauce (Símbolo)
Durante el casamiento de Soranzo con Anabella, entra en escena Hipólita junto a otras damas. Todas van vestidas de blanco, enmascaradas y adornadas con guirnaldas de flores y hojas de sauce. Estas últimas simbolizan, en el teatro renacentista, el amor defraudado. Al igual que Ford, Shakespeare también utiliza las hojas de sauce en El mercader de Venecia y en Otelo, por lo que puede intuirse que el símbolo era bien comprendido por el público de la época.
El becerro de oro (Símbolo)
En el primer acto, Putana le advierte a Anabella que Donado quiere convertir a su sobrino, Bergetto, en un becerro de oro. El pasaje alude al becerro de oro de la Biblia, un ídolo falso que la gente adoraba en lugar de Dios. En este sentido, el becerro de oro simboliza la idolatría, que se presenta como un camino destinado al fracaso. En verdad, a lo largo de toda la obra muchas voces se manifiestan en contra de la idolatría, como lo hace el fraile cuando Giovanni le cuenta que ama a su hermana y la idealiza hasta límites enfermizos. Por eso, cuando Putana llama becerro de oro a Bergetto, está expresando que no es un buen candidato a quien adorar.
El nombre de Putana (Símbolo)
El nombre de Putana significa en italiano, literalmente, "puta", y es un símbolo del lugar que la sociedad misógina y patriarcal le da a las mujeres que expresan su sexualidad libremente. El carácter de putana, en este sentido, está asociado a la inmoralidad y a la lascivia, cuando en verdad lo que la criada parece defender es la autonomía de las mujeres para amar cómo deseen y a quién deseen. Como esta posición la lleva a festejar la relación incestuosa entre Giovanni y Anabella, Putana termina dando razones a los personajes masculinos para considerarla inmoral.
El castigo que recibe Putana (Símbolo)
Cuando Putana le confiesa a Vasques la relación incestuosa de Anabella con Giovanni, el criado de Soranzo ordena que le quiten los ojos. Este castigo brutal es simbólico: la pérdida de los ojos de Putana simboliza el hecho de que contempló una prohibición religiosa y moral y no intervino para denunciarla.