El senador Vicente Reinosa
El senador Vicente Reinosa es presentado en Los Latidos de Macho Camacho como una encarnación de la mentalidad colonial y de los peores aspectos de la cultura machista. Es un rico y poderoso senador puertorriqueño que se ha casado con una mujer de clase alta y ha tomado como amante a una mulata, lo que demuestra los prejuicios que ha heredado del colonialismo español y estadounidense. Sus opiniones políticas son reaccionarias y dan prioridad a la dominación colonial estadounidense, y desprecia a los pobres. Expresa su repugnancia por la guaracha, el himno de los desposeídos de Puerto Rico, calificándola de "repulsiva" y de "diadema de la vulgaridad". Esto revela su avaricia, materialismo, hipocresía política, abuso de poder y mentalidad colonial o aquiescencia con las percepciones coloniales de jerarquía. Es un excelente ejemplo de cómo el colonialismo ha moldeado la cultura y las actitudes de Puerto Rico, y su personaje sirve para poner de relieve y criticar los efectos negativos del colonialismo en la isla.
Doña Chon
Doña Chon es una mujer mayor y pobre con un hijo en la cárcel por tráfico de drogas. Constituye el contrapunto a La Madre, que es más joven y atractiva y admira la cultura popular de masas. A pesar de sus diferencias, Doña Chon siempre está dispuesta a ayudar a Heathen Chinky cuidando de The Kid. Las experiencias vitales de Doña Chon le han dado una perspectiva de la vida diferente a la de La Madre. Mientras que La Madre cree que "La vida es una cosa fenomenal", Doña Chon cree que "La vida es como un fardo de ropa sucia, pero es un fardo de problemas". Doña Chon también es consciente de cómo la clase social puede afectar a la vida de una persona, sobre todo en asuntos como que te pillen vendiendo drogas. Reconoce que para los ricos las consecuencias son mucho menos graves que para los pobres. Es una persona realista que no tiene miedo de decir lo que piensa y que nos recuerda la dura realidad de la vida. A pesar de sus dificultades, se atreve a ayudar a la madre y al niño. A través de Doña Chon, Luis Rafael Sánchez es capaz de explorar las diferentes actitudes ante la vida que prevalecían en el Puerto Rico de los años setenta.
Graciela Alcántara y López de Montefrío
Graciela Alcántara y López de Montefrío es una mujer rica de clase alta que vive en Puerto Rico. Es muy reprimida y siente una fuerte aversión por todo lo que no encaja en su clase social. Se educó en Suiza y su vida gira en torno a las posesiones materiales y las apariencias sociales. Sus opiniones están muy colonizadas y siente desprecio por la clase baja de Puerto Rico. Se opone tanto a la música de la clase baja, en particular a la guaracha de Macho Camacho, que incluso prohíbe a sus criados que la toquen en su casa. Las opiniones de Graciela son tan extremas que su marido tiene que reprenderla por expresarlas en voz alta. Le recuerda que el pueblo que le eligió es gente pobre que vive en barrios marginales. Graciela, sin embargo, no parece entender las implicaciones de sus palabras y continúa expresando sus opiniones sin tener en cuenta los sentimientos de los demás. Su personaje sirve para ilustrar el contraste entre las diferentes clases del país. Sus opiniones sobre la clase baja son un crudo recordatorio de las divisiones socioeconómicas presentes en Puerto Rico, y su actitud hacia la guaracha es un símbolo de su negativa a aceptar la cultura de la clase baja.
Heathen Chinky
Heathen Chinky es un personaje complejo que encarna las luchas y alegrías de la gente que vive al margen de la sociedad. Es una mulata pobre marginada por su raza, género y clase social. Sin embargo, también es una mujer fuerte e independiente que está decidida a sacar el máximo partido a su vida y a encontrar la alegría en los pequeños momentos. El apodo de Heathen Chinky procede de la letra de una cantante popular y simboliza su condición de marginada. A pesar de sus luchas, está decidida a disfrutar de la vida al máximo y disfruta con actividades como comer y bailar. Le conmueve especialmente la música de Macho Camacho, que le llega a lo más hondo.
Benny
Benny es un personaje que crea mucha tensión en el libro. Benny es el hijo de Graciela y el senador y se presenta como un adolescente rico y malcriado que no respeta a la humanidad. Su egoísmo e inhumanidad se ven a lo largo de la novela, sobre todo cuando atropella a Kid sin ni siquiera pararse a ver qué ha pasado. Benny está obsesionado con los bienes materiales, especialmente con su nuevo Ferrari, y no conoce ni aprecia la cultura ni la sociedad puertorriqueñas. La mentalidad intolerante y la educación prejuiciosa de Benny se aprecian por primera vez cuando llama "pato" a Macho Camacho (un insulto para referirse a un puertorriqueño). Su falta de respeto por cualquiera que no pertenezca a su círculo, combinada con sus valores superficiales y su obsesión por el dinero, crea tensión entre Benny y los demás personajes de la novela. Su falta de empatía y desprecio por el peligro en que pone a The Kid demuestra su falta de brújula moral y su inconsciencia de las consecuencias de sus actos. Benny es un personaje que representa la falta de conexión de la clase alta con su cultura y su sociedad. Su egoísmo e indiferencia ante la difícil situación de los demás demuestran la desconexión entre los privilegiados y los desfavorecidos, y la importancia de comprender y apreciar la cultura para crear una sociedad equitativa.
El niño
Kid es un niño criado por su madre soltera, Heathen Chinky, y Doña Chon. En la novela no se le da un nombre, sino que se le llama Kid. Se le describe como un lienzo en blanco, cuyos pensamientos y sentimientos se desconocen en gran medida. Kid sirve de contrapunto a los demás personajes de la novela. Es un personaje joven e inocente, mientras que los demás tienen más experiencia y personalidades más complejas. Benny le atropella al cruzar la carretera y le deja sangrando y herido.
