Seducción surrealista (imagen visual)
"La realidad circundante abolida por los ojos cerrados, la realidad circundante reinventada por los ojos cerrados: ventarrones que soplan y arrastran mujeres grandes, grandísimas como las amazonas dela California: prietas, prietonas, prietísimas, acaneladas, negras como los teléfonos, negras como el carbón; mujeres grandes, grandísimas como las amazonas de la California, adulterada su condición normal de mujeres grandes, grandísimas como las amazonas de la California por la multiplicación furiosa de su sexo peludo y cavernoso: veintena de sexos peludos y cavernosos distribuidos por cada cuerpo, brotados como hongos, brotados como cardos: indiscriminadamente; muieres grandes, grandísimas como las amazonas de la California que trasiegan a su alrededor, alrededor del sátiro pezuñoso, damente."
El pasaje crea una escena surrealista en la que la realidad circundante se describe como reinventada. En él aparecen mujeres con características físicas exageradas. A medida que avanza el pasaje, las mujeres, exhibiendo rasgos sexuales desmesurados y excesivos, inician la seducción de una figura mítica.
Fricción del tiempo (imagen visual)
"Frenar cada minuto le jona, la jonación de Benny. Este es Benny. Éste es Benny en mahones. Éste es Benny en mahones y polo shirt. Este es Benny en mahones, polo shirt y zapatos tennis, también llamados zapatos champions. Benny está metido en un Ferrari y el Ferrari está metido en un tapón y el tapón es tapón de calleja corta que muere en arteria larga: por economizar tiempo, por evitar el derroche de tiempo, calleja que nadie tormará: equivocado. cadísimo, calleja que todo el mundo toma para economizar tiempo, para evitar el derroche de tiempo. Previo y colectivo y consciente reconocimiento de la inutilidad de la protesta pero: un coro de cláxones procedía, todos a una como Fuenteovejuna. Volátil encielado de bocinas. Y, sepultado por el claxónico desafinado, sorteado entre el vocinglerío, culebrea el guaracheo que libertan las trescientas estaciones radiales, grito de purísima salsería: la vida es una cosa fenomenal."
La lucha interna de Benny con la constante necesidad de detenerse encapsula las prisas de la sociedad y las frustraciones de la vida moderna. El retrato del malestar de Benny pone de relieve la presión por ahorrar tiempo y evitar malgastarlo. Las imágenes de Benny y su Ferrari atrapados en un atasco subrayan sus vanos intentos. Además, el uso de la jerga callejera ilustra la diversidad cultural de Puerto Rico.
Bloqueado (imagen visual y auditiva)
"El Senador Vicente Reinosa—Vicente es decente y de honrado sacó patente—contempla y siente un sunsunbabaé entre las piernas: el animal insomne puesto de pie, contempla y oye la cháchara danzada de las hembrazas y a empellones razona: justo ahora, ahorísima que marcho loco de contento con mi cargamento a encontrarme con la querida de turno, la caoba de turno, la cobriza de turno, ahorísima que son las cinco en punto, el tapón supera lo humanamente tolerable: sencillamente no hay salida para la Avenida Roosevelt, sin salida: ladrillos exissencialistas pavimentan la salida, ladrillos de rean Paul y Simone, ladrillos de la Greco fabricados en el Café Flore, no hay salida, no hay salida, sobre las capotas, en la suavidad de los asientos, en el ombligo del calor, en el arreglo muItifónico de las bocinas, colgados de las puertas como monos rebelados, los choferes y los pasajeros se lanzan a un bembeteo boricua, que ya es mucho decir"
Este pasaje describe la experiencia del senador Vicente Reinosa en medio del caótico tráfico de la Avenida Roosevelt. Las imágenes captan la tensión entre las normas sociales y los deseos personales. Está simbolizada por el intento del senador de equilibrar su imagen pública con su vida privada. Además, el atasco se convierte en una representación metafórica del estancamiento de la sociedad.
Masculinidad (imagen visual)
"Recordaba, pa la derecha sobre la izquierda: piernas. El Viejo se pasó las manos por la cabellera blanca, con un gesto de estudiado desinterés, perfeccionado en la intimidad de su ropero de dos lunas. Con el mismo gesto de estudiado desinterés, se engafó, desbrochó la guayabera de hilo blanco, para que un cartelito de virilidad con texto de pecho atlético le hiciera la vanguardia, curioseó su apariencia en una de las vidrieras gigantes y entró en el supermercado a tiempo para verla doblar el recodo de las manzanas de Pennsylvania; ella lo vio antes, ligona, pendiente a la machería siempre, dudaba si comprar una pasta de guayaba"
El fragmento muestra a un hombre mayor que se dedica al acto de acicalarse, lo que pone de manifiesto su masculinidad. Mientras tanto, la mujer en el supermercado contempla su compra de pasta de guayaba. El encuentro entre El Viejo y la mujer crea una atmósfera tensa e incómoda, que insinúa una dinámica de poder tácita.