“La siesta del martes” es el primero de los cuentos reunidos en el libro titulado Los funerales de la Mamá Grande, de Gabriel García Márquez. El libro se publica en el año 1962 por la editorial de la Universidad Veracruzana de Xalapa, en México, y contiene cuentos como “La viuda de Montiel”, “En este pueblo no hay ladrones”, y el cuento homónimo, también considerado una novela corta, “Los funerales de la Mamá Grande”.
Los relatos de este libro son independientes entre sí, pero mantienen ciertos rasgos en común que los sitúan dentro del mismo universo. En principio, los cuentos transcurren en espacios geográficos que guardan muchas similitudes con Macondo, un pueblo ficcional desarrollado por García Márquez en su novela más famosa, Cien años de soledad. Además, muchos de los relatos incluyen menciones a personajes de esta gran novela, como el coronel Aureliano Buendía y José Arcadio. Finalmente, los personajes que se presentan en un cuento también aparecen en otros, lo que demuestra su interconexión dentro del universo narrativo de García Márquez. A partir de todos estos indicios, los críticos señalan que los relatos reunidos en Los funerales de la Mamá Grande transcurren en Macondo y significan una primera aproximación a ese gran proyecto narrativo que es Cien años de soledad, que García Márquez está gestando en los años 60 y que publica en 1967.
Por otra parte, “La siesta del martes” resulta de gran importancia para la crítica literaria, puesto que es considerado un cuento representativo del primer periodo literario de García Márquez. En dicho periodo, el escritor aborda temáticas sociales (como las diferencias de clase y la segregación social) desde una perspectiva realista, sin los componentes propios del realismo mágico que caracterizarán a gran parte de sus textos. En palabras del propio García Márquez, “La siesta del martes” es el mejor cuento que escribió.
