Resumen
La vida de Pi comienza con una nota del autor que, al igual que los capítulos intercalados que narra directamente, aparece en cursiva. Después del fracaso de su segunda novela, en 1996, el autor viaja a Bombay. Allí decide abandonar el proyecto de escribir una tercera novela ambientada en Portugal. Mientras recorre el sur de la India, llega a la ciudad de Pondicherry. En un café entabla conversación con un anciano, que le dice “Tengo una historia que lo hará creer en Dios” (p.13). Ese hombre, Francis Adirubasamy, le avisa que para conocer la historia debe hablar con su protagonista, Pi Patel, que vive en Toronto. El autor se reúne con Pi numerosas veces. Anuncia que relatará su historia en base a las notas que tomó durante sus conversaciones.
En el primer capítulo, Pi describe su educación en Toronto. En la universidad, obtiene una doble licenciatura en religión y zoología. Su tesis de zoología es sobre el perezoso, porque, según explica, lo “ayudó a aliviar [su] ser destrozado” (p.21). Pi afirma ser una persona que sufrió mucho. Le gusta vivir en Canadá, aunque extraña su pasado en la India.
El segundo capítulo figura en cursiva porque lo narra el autor. Él detalla la apariencia física de Pi: es delgado y moreno, no tiene más de cuarenta años. En el capítulo siguiente, Pi explica el origen de su nombre, Piscine Molitor. Un amigo de su familia y socio de su padre, Francis Adirubasamy, había sido campeón de natación. Su piscina favorita era justamente Piscine Molitor, una pileta pública de París. Pi es muy cercano a Francis en su niñez, al punto de llamarlo “tío”, Mamaji. Él le enseña a nadar.
La familia de Pi está compuesta por su padre Santosh, su madre Gita, y su hermano mayor Ravi. Santosh había tenido un hotel antes de establecerse en Pondicherry. Allí funda un zoológico en el Jardín Botánico. Pi ama crecer entre animales y está en contra de los mitos sobre el cautiverio y sus efectos nocivos para la fauna: “Sólo un territorio familiar les permitirá [a los animales] satisfacer los dos imperativos implacables de la naturaleza: eludir a sus enemigos y conseguir agua y comida” (p.39). Equipara la mala fama de los zoológicos a la de la religión.
A sus 12 años, Pi recibe las burlas de sus compañeros debido a su nombre. Piscine tiene una pronunciación muy similar a pissing en inglés, que significa 'orinando'. Para evitar las bromas, el niño decide presentarse como Pi cuando comienza su educación secundaria. Su profesor de biología, Satish Kumar, visita frecuentemente el zoológico de la familia Patel. El señor Kumar es “el primer ateo declarado” (p.49) que Pi conoce. Tiene una apariencia muy curiosa y conversa con Pi sobre religión y ciencia.
Pi sostiene que “el animal más peligroso de un zoológico es el Hombre” (p.53). Él registra que la gente que acude al zoológico es muy cruel con los animales: les da basura para comer, los lastima y los envenena. Un día, Santosh decide darles una lección a sus hijos. Los conduce a las jaulas de los felinos con el objetivo de “demostrar lo peligrosos que son los tigres” (p.59). Entonces, los obliga a ver cómo un tigre despedaza a una cabra indefensa. Luego, caminan entre todas las jaulas mientras Santosh les cuenta a Ravi y Pi cómo podrían matarlos cada uno de los animales.
Pi explica que la clave para gestionar un zoológico es acostumbrar a los animales a la presencia de los humanos mediante la disminución de la distancia de huida; es decir, manteniendo la distancia mínima que el animal desea ante un posible enemigo.
Según Pi, sin importar la circunstancia, siempre habrá animales que deseen escaparse de los zoológicos, a pesar de que generalmente no lo hagan para “alcanzar la libertad”. Los intentos de huida se deben frecuentemente a la invasión de sus recintos o a que algo en el interior de sus espacios los asustó: “Los animales no huyen a otro lugar, sino de algo” (p.67).
El autor menciona que Pi a veces se pone nervioso mientras cuenta su historia. Aunque afirma gustarle, el autor sufre mucho al comer los platos picantes que Pi le prepara.
Pi afirma que un animal puede atacar en un zoológico únicamente si siente que su territorio fue transgredido. En ese sentido, la mayor parte del comportamiento hostil de los animales es la expresión de su inseguridad social. El animal socialmente inferior va a hacer su mejor esfuerzo para conocer a sus domadores, ya sean dueños de circo o guardias de zoológico, porque “es el que más provecho puede sacar de una relación estrecha con el maestro superalfa” (p.72).
Análisis
El inicio de La vida de Pi revela inmediatamente una historia organizada sobre la estructura narrativa del relato enmarcado. Este tipo de narraciones presentan dos historias: un relato marco -en este caso, la situación de la entrevista a Pi- que contiene en su interior otra historia, el relato enmarcado -aquí, la historia contada por Pi-. Así, lo más común es que uno de los personajes de la ficción narre una segunda historia. Existen, entonces, dos niveles a los que nos referiremos para diferenciar los dos niveles de narración: el relato marco, que comienza con la nota del autor y se diferencia del relato enmarcado por la distinción tipográfica entre texto regular y en cursiva. Como desarrollaremos en apartados siguientes y lo señala gran parte de la crítica, la credibilidad o confianza en la narración constituye uno de los temas centrales de la novela. En concreto, la historia de Pi, que tendrá lugar en el relato enmarcado, la recibe primero el autor/narrador, que no sólo hace sus propias observaciones sobre ella, sino que además asume la primera persona para narrarla: “Me pareció natural que la historia del señor Patel se narrara principalmente en primera persona, con su voz y a través de sus ojos” (p.15).
Así, la nota del autor presenta una versión semi-ficcional del proceso de escritura de La vida de Pi por parte de Yann Martel, quien se introduce a sí mismo en la novela como figura narrativa y autoral. Sin embargo, esto no es más que un juego literario, ya que la historia de Pi es enteramente ficcional. Sin embargo, el autor/narrador del relato nunca se identifica explícitamente con el autor real. Dado que algunos aspectos de su nota inicial, como la publicación frustrada de su primera novela, efectivamente le sucedieron a Yann Martel, podemos suponer que se trata de él. Este procedimiento, que recibe el nombre de metaficción, sucede cuando una persona del mundo real es también un personaje al interior de una ficción. De esta manera, se pone en tensión la condición misma de ficción y realidad, ya que la relación entre ambas se vuelve problemática si el personaje que narra en la obra existe también por fuera de ella. Al mismo tiempo, también le otorga un grado de objetividad a lo narrado: el relato marco se presenta como una narración que un personaje aparentemente real escucha de primera mano y reproduce.
Sobre el relato enmarcado, además, el autor incluye la promesa que le hace Francis Adirubasamy: que nos hará creer en Dios. Esta observación genera una gran expectativa por parte de los lectores, aunque podamos compartir el escepticismo del autor: “Eso es mucho pedir” (p.13). Hacia el final, los agentes Okamoto y Chiba también ofrecen cierta resistencia a creer el relato de Pi, pero terminan aceptándolo. En este momento, igualmente, el autor no sabe nada sobre ellos ni sobre cómo inspirará fe esta historia. Sin embargo, al presentarlo como una opción, e incluir los dichos de Adirubasamy, este comienzo augura el “salto de fe” que la novela le demandará al lector en las últimas páginas.
A pesar del gran desconocimiento sobre lo que seguirá, desde el primer capítulo se anticipa que Pi sufrió una tragedia y que los animales, la supervivencia y la libertad serán importantes en este relato. Tampoco se determina la identidad de Richard Parker, aunque Pi afirma que nunca lo “ha dejado del todo” (p.25). Todas estas menciones crean una sensación de suspenso ante lo que vendrá, así como también nos dejan conocer a Pi como un personaje complejo, no únicamente como una víctima de un suceso terrible. A su vez, generan expectativa: el lector quiere saber quién es Richard Parker y qué le pasó a Pi.
En el primer capítulo, Pi comenta sus estudios en Canadá y menciona que su tesis versa “sobre ciertos aspectos de la teoría de la cosmogonía de Isaac Luria” (p.21). Aunque este detalle no tiene mayor desarrollo, constituye una pista para comprender un símbolo clave del libro. La teoría de la cosmogonía de Luria establece que Dios se contrajo o disminuyó su presencia para dar lugar a la creación del universo. Esta contracción recibe el nombre de Tsimtsum. El barco en el que la familia Patel intenta trasladarse a Canadá, que luego naufraga, recibe este midmo nombre, coincidencia que arroja luz sobre el símbolo del hundimiento del barco: es el momento en el que Pi debe soportar la ausencia de Dios. Así, el hundimiento del Tsimtsum es una instancia necesaria, un desafío que Pi debe superar para crear su propio universo, que es el que relatará. La segunda versión de su historia, que narra en el final de la novela, es esencialmente idéntica a la primera, aunque los animales son sustituidos por los humanos que sobrevivieron al naufragio. Si tenemos en cuenta esta segunda versión, podemos considerar que ese universo del relato de animales es la versión alegórica de lo que realmente pasó, a la manera de los relatos religiosos sobre el origen del cosmos.
El zoológico ocupa un lugar primordial en las memorias de Pi. De hecho, haber crecido en un zoológico le hizo conocer realmente la naturaleza de los animales y aprender el verdadero significado de la libertad. En estas primeras páginas, Pi se opone a la creencia de que los zoológicos privan a los animales de libertad y felicidad. La “libertad” a la que aluden quienes critican los zoológicos supone en realidad una lucha permanente por la supervivencia. El cautiverio es un espacio conocido para los animales del zoológico, que, como todo animal, detesta los cambios. Además, allí todas sus necesidades básicas están satisfechas. La definición de la libertad vuelve a constituir un tema de reflexión en la segunda parte: Pi estará “preso” en el mar y deberá luchar para sobrevivir.
Las lecciones que Pi aprende de la vida en el zoológico valdrán también para su vida fuera de él. Tempranamente, afirma que “la repetición es un factor esencial, no sólo para adiestrar a los animales, sino también a los humanos” (p.46), y, gracias a este procedimiento, logra modificar su propio nombre al presentarse en público con el modo en que quiere ser llamado: Pi. Su verdadero nombre, Piscine, ya establece una fuerte conexión de este personaje con el agua, de la que se verá rodeado durante la mayor parte de su relato.
Tal como él señala, su nombre adoptado, Pi, remite a la constante matemática π. Las interpretaciones de esta conexión son múltiples. Por un lado, se trata de un número irracional, lo cual parece ser acorde a las características de este personaje quien, como veremos, se considera miembro de tres religiones y sostiene, además, dos versiones posibles de su relato.
Por otro lado, π es la relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro, algo cuya relevancia se verá en la cuarta parte de esta guía cuando se analice la vinculación entre Pi y los círculos. Vale anticipar, al respecto, que Pi define su condición del náufrago como “estar permanentemente en el centro de un círculo” (p.280).
Como última consideración sobre su nombre, es importante señalar que Pi cambia el suyo adelantando lo que sucederá luego con Richard Parker, que por un error de papeleo recibe el nombre de su cazador. Es decir, Pi cambia su nombre de nacimiento, Piscina, así como Richard Parker recibe un nombre distinto del que le fue asignado en primer lugar, Sediento. Hacia el final de la novela, cuando Pi narra la segunda versión de su historia, los dos funcionarios japoneses deducen que Pi y Richard Parker realizan las mismas acciones durante los 227 días en el bote salvavidas. En otras palabras, se pone de manifiesto una equivalencia entre los dos personajes, lo que permite sostener la tesis de que el tigre no es más que una invención de Pi, un alter ego creado para lidiar con el trauma. El cambio de nombre, en suma, constituye otra característica por la que los dos personajes pueden identificarse.
La lección del padre sobre el peligro de los tigres tiene especial relevancia una vez que se devela que Richard Parker es un tigre, además de la única compañía de Pi en el bote salvavidas. Ravi, después de la lección de Santosh, amenaza a Pi diciéndole “¡Tu serás la próxima cabra!” (p.65), por haberlo acusado de un crimen que no cometió. Sus palabras presagian el núcleo del relato de Pi en la balsa, quien corre el riesgo de transformarse en la cabra indefensa que devora el tigre del zoológico, cuando se encuentre solo con Richard Parker en medio del mar.
Por último, en esta primera parte Pi expone sus opiniones sobre la religión y la ciencia. Sus estudios universitarios dan cuenta de que él no considera que estas disciplinas estén opuestas, sino todo lo contrario. Esta unión se refleja en sus memorias: su profesor favorito, el señor Kumar, ve el zoológico como su “templo” (p.50) a pesar de ser ateo, e incluso Pi afirma haber “oído casi tantas tonterías acerca de los zoológicos como acerca de Dios y la religión” (p.36). Como veremos una y otra vez, negar la oposición entre la ciencia y la religión es un signo de que Pi se resiste a aceptar una única explicación de las cosas.