Bailes y cenas como motivo
En sus épocas de esplendor, la clase alta europea solía realizar cenas y bailes, así como presentaciones de jóvenes en sociedad o tertulias artísticas en las cuales los integrantes de familias con apellidos reconocidos socializaban entre sí.
En esta novela aparece este motivo de una forma particular, pues el Segundo Imperio francés, hacia los años 1860-1870, se halla en decadencia. Por lo tanto, observamos un ambiente ambiguo en los encuentros que se llevan a cabo en salones y cenas.
Por un lado, encontramos las típicas maneras formales de la clase alta, así como por otro, ciertas conversaciones más “vulgares”, que no combinan con lo que se estilaba tiempo atrás.
El teatro como alegoría de la sociedad
Desde un comienzo, la novela presenta el teatro de varietés como un espacio en el que se representan ficciones que ponen en escena situaciones que pasan en la propia vida de los personajes.
Como si se tratase de una especie de catarsis de los propios problemas y condiciones de vida, las obras evidencian, en escena, los comportamientos propios de la doble moral de sus espectadores.
Nana como símbolo de la decadencia moral, así como de la belleza, la promiscuidad y la fama.
La mujer protagonista de la historia opera como símbolo de varias cuestiones a la vez.
Por un lado, representa la doble moral de los demás personajes, que cuestionan determinados estilos de vida, pero que, sin embargo, en la intimidad, realizan las mismas acciones “viles”. A su vez, Nana representa la belleza inigualable, así como la promiscuidad sexual y la fama que se acrecienta mediante rumores y leyendas que corren a su alrededor.
George como símbolo de las contradicciones de la época.
George, con su corta edad, representa los polos opuestos presentes en la sociedad de su época.
Por un lado, es mimado y tierno, pero por el otro es egoísta y se aprovecha de los demás. Así como Nana, el conde u otros personajes, él también entiende cómo sobornar emocionalmente a las personas para obtener lo que quiere.
La tentación de la belleza femenina como motivo
En el caso del conde Muffat, observamos un motivo recurrente en muchas páginas de la literatura mundial: los hombres que pierden la cabeza o se embelesan ante la contemplación de la belleza femenina. Amar a Nana, sin ser correspondido, y engañando a su propia esposa, lo conduce trágicamente al suicidio.
