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¿Puede el lector tomar la palabra de Toru y considerarlo un sujeto ordinario, como él suele considerarse a sí mismo?
Aunque Toru, ya sea introspectivamente o hablando con los demás, con frecuencia se describe a sí mismo como una persona muy común, sin ambiciones especiales o características peculiares, uno tiene la sensación de que en verdad es una personalidad muy particular y gracias a ello suele estar siempre en el centro de lo que acontece, no simplemente porque es el personaje principal y el narrador, sino por la propensión que tiene a encajar y lograr que la gente se sienta cómoda en su compañía.
Para corroborar que en verdad Toru no es nada ordinario puede ser útil compararlo con otros personajes de la novela como, por ejemplo Nagasawa, quien, en cierta medida, comparte una personalidad egocéntrica con Toru, aunque carece de la capacidad de sentir dolor y empatía que sí tiene el narrador. Además, dado que a Toru generalmente le resulta difícil darse cuenta de lo que es único en sí mismo, personajes como Midori, que comentan sobre su personalidad, explican mucho de lo que no se dice. Uno de los rasgos particulares de Toru que marca Midori, por ejemplo, es que él no impone nada a nadie más, algo que sí hace la mayoría de la gente en todo el mundo.
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¿Por qué Toru, en su madurez, decide escribir sobre episodios de su juventud?
Para Toru, la necesidad de escribir acompaña a la necesidad de recordar. Tal como expresa en el primer capítulo, el proyecto de escritura no es una rebelión contra el olvido, sino una forma de acompañarlo. Así, el espacio de la escritura se perfila como una forma de organizar sus recuerdos y comprender los eventos trágicos que marcaron su juventud y forjaron su personalidad.
Asimismo, la escritura es la forma que utiliza Toru para revisar su compleja transición de la adolescencia a la adultez, cuando decide mudarse a Tokio para lidiar con el dolor de la pérdida de su mejor amigo, Kizuki. Los años que van de 1968 a 1970, están marcados por la relación complicada de Toru con Naoko, quien había sido la novia de Kizuki y con quien desea establecer un vínculo amoroso, aunque ella termina suicidándose.
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¿Qué similitudes y contrastes se pueden establecer entre Naoko y Midori?
Naoko y Midori representan dos polos opuestos en la vida de Toru. Si bien las dos tienen historias de vida marcadas por la pérdida de seres queridos, la forma en la que se enfrentan al mundo es totalmente diferente.
Tras el suicidio de su hermana mayor y luego de su novio, Naoko se encuentra totalmente perdida y es incapaz de reponerse y hacerse cargo de su vida y de sus relaciones sociales. A lo largo de la novela, las dificultades para comunicarse de Naoko aumentan paulatinamente, hasta el punto de que la joven termina siendo incapaz de expresarse. El proceso interno de Naoko la aísla cada vez más de sus seres queridos y la empuja a tomar la drástica medida de suicidarse. Así, la muerte termina siendo la única manera que encuentra la joven para resolver los problemas que la aquejan.
Midori, por otro lado, es una joven enérgica y exuberante, cuya pulsión vital contagia a Toru y lo saca de su depresión en numerosas ocasiones. Al igual que Naoko, Midori también ha experimentado la pérdida de sus seres queridos: primero su madre y luego su padre, ambos fallecidos debido a un cáncer cerebral. Sin embargo, estas pérdidas solo empujan a Midori a querer experimentar la vida con plenitud, algo que le demuestra a Toru constantemente con su proactividad. Por su parte, Toru se encuentra en medio de potencias que lo empujan a caminos opuestos, pero por las que se siente igualmente atraído.
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¿A qué se refiere Toru cuando dice que en el medio de la vida solo piensa en la muerte?
La primera experiencia de pérdida de un ser querido sucede cuando Toru todavía está en el colegio secundario y su mejor y único amigo, Kizuki, se suicida. Tras terminar el colegio, Toru se instala en Tokio para ir a la universidad y tratar de sobreponerse a la pérdida de su amigo. En este proceso, el narrador comprende que la muerte no es un evento que se halla por fuera de la vida, sino que es una dimensión siempre presente, con la que uno debe acostumbrarse a lidiar.
Tras llegar a esta conclusión siendo tan joven, Toru siente que la etapa comprendida entre sus 18 y sus 20 años estuvo marcada por la consciencia constante y omnipresente de la muerte. Así, aunque el joven intenta llevar adelante una existencia relajada y sin preocupaciones, en verdad no puede alejar de sí mismo la consciencia de la muerte que se ha apoderado de él y que marca su forma de ser
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¿Qué relación existe entre el pedido que realiza Naoko a Toru para que la recuerde siempre y la narración de la historia?
En más de una ocasión, Naoko le manifiesta a Toru que una de sus mayores preocupaciones es desaparecer del mundo sin dejar rastros, sin que nadie la pueda recordar. Ante este miedo, Toru le promete que la recordará por siempre, y si bien Naoko no puede sostener una relación con él, trata de complacerlo sexualmente, masturbándolo y practicándole sexo oral, con el objetivo de generar así recuerdos que queden grabados en la memoria de Toru.
Años después, cuando Toru ronda los 40 años, se da cuenta de que el recuerdo de Naoko se está borrando lentamente, pero no puede olvidar la promesa que le hizo a la joven antes de que se suicidara, y por eso se propone escribir, como un ejercicio de actualización y supervivencia de la memoria.
De esta forma, la memoria se convierte en uno de los temas principales de la novela y Naoko es inmortalizada en el relato de Toru.