Los libros escolares de Malala (Símbolo)
Cuando Malala y su familia se van de Swat y se convierten en desplazados internos, Malala se pregunta repetidamente si sus libros escolares estarán seguros, y cuándo podrá volver a estudiar con ellos. Para Malala, sus libros escolares representan la educación que ha recibido y la que espera recibir en el futuro. Son una fuente de esperanza de que podrá lograr su objetivo de promover la escolarización para todas las niñas, no solo las que tienen tanta suerte como ella.
Las almendras (Símbolo)
Después de que Malala se mete en problemas por robar los juguetes de una vecina, cuenta una historia de cuando era más joven y se comió unas almendras en un bazar que su madre no pudo pagar. Cuando su padre se enteró, fue y compró todas las almendras. Ella dice que se convirtieron en un recordatorio de culpa, pero también en uno de la importancia de ser honestos. El recuerdo de estas almendras es una de las cosas que mantienen la creencia de Malala de que la honestidad es la mejor política.
El burka (Símbolo)
El burka, una prenda de cuerpo completo que cubre incluso la cara, es un símbolo de la opresión de las mujeres por parte de los talibanes. Aunque las mujeres musulmanas cubren sus cabezas por muchas razones, un elemento que cubre el rostro de una mujer oculta su identidad, lo que forma parte de lo que los talibanes buscan. En el curso de la ocupación talibán de Pakistán, las mujeres en burkas se convierten en un símbolo prominente del régimen talibán.
El autobús escolar (Símbolo)
El autobús escolar en el que le dispararon a Malala y a otras dos niñas se convierte más adelante en un símbolo de la tragedia. Malala incluye una imagen del autobús entre las fotos de su vida que agrega al final de las memorias. La imagen muestra las manchas de sangre que aún permanecen. Este autobús estaba destinado a ser un espacio seguro, pero, como ocurre con muchos otros lugares en Swat, los talibanes lo corrompieron.
Los Budas (Símbolo)
Las antiguas estatuas de Buda del valle de Swat, que fueron abandonadas cuando el budismo se fue del valle, son símbolos destacados de la rica historia de Swat y, lo que es más importante, de la tolerancia de la región a religiones distintas del islam. Cuando los talibanes destruyen estas estatuas de Buda, envían el mensaje de que no tolerarán ninguna otra creencia que no sea el islam, y que están ansiosos por borrar el pasado.