Resumen
Esta parte comienza con la introducción de Floyd Wells. Se narra el momento en el que escucha en la televisión sobre el crimen de la familia Clutter y sabe que Dick y Perry son los culpables. Él había trabajado en la granja River Valley y le dijo a Dick que Herb Clutter era un hombre rico que guardaba una caja fuerte en su casa. Dick se obsesionó con la posibilidad de robar la granja y matar a toda la familia. Floyd le cuenta esto a las autoridades de la cárcel, quienes se comunican con Alvin Dewey.
Luego de recibir esta pista, Harold Nye visita a la familia de Dick sin mencionar la conexión entre su hijo y el caso Clutter. Los padres de Dick le cuentan sobre su infancia como un buen estudiante y un gran atleta. Luego mencionan su casamiento con Carol y a sus tres nietos. El padre de Dick dice: “Mi hijo no tenía nada anormal, señor Nye” (1979:221), y cuenta cómo cambió luego de la conmoción cerebral que le causó el accidente de auto: “desde entonces no volvió a ser el mismo” (1979:222). Dick vive con sus padres una vida tranquila durante los meses previos al asesinato de los Clutter. Harold Nye averigua que Perry y Dick viajaron la noche del 14 de noviembre -la noche de los asesinatos- supuestamente para visitar a la hermana de Perry.
Se relata luego el viaje de auto-stop que realizan Dick y Perry por Nebraska, en su retorno de México. Aunque su plan es asesinar al conductor y quedarse con el auto, esto se frustra porque un tercer autostopista se sube al auto. Después de llegar a Iowa, se refugian de una tormenta en un granero, cerca de la autopista. Encuentran y roban un auto y planean volver a Kansas City. Aunque Perry piensa que es arriesgado acercarse a las autoridades de Kansas y desconfía de la imprudencia de Dick, acepta su plan.
Los detectives de la KBI continúan buscando contactos con los sospechosos. Harold Nye visita el albergue en el que se hospeda Perry luego de los crímenes. Encuentra allí una caja con sus pertenencias. Luego busca a Barbara, la hermana de Perry que vive en San Francisco. Ella dice que le tiene miedo a su hermano y que él no conoce su nueva dirección. Le cuenta al detective que, de niños, eran inseparables, pero que ella decidió distanciarse de él por sus tendencias extrañas. Mientras ella envidia a Perry por la atención que recibió de su padre, Perry lamentó toda la vida no haber tenido la educación que sí recibieron sus hermanos.
Alvin Dewey sueña con Herb Clutter, Dick y Perry. En el sueño, los persigue, pero los sospechosos logran escapar. Simultáneamente, la policía de Kansas City identifica el auto robado por Dick y Perry. Luego, le informan a Dewey que los sospechosos están en Kansas City porque descubren cheques firmados por Dick. Mientras tanto, los protagonistas llegan a Miami, donde pasan Navidad. Dick coquetea con una chica menor de edad en la playa y Perry lo observa con disgusto, “ya que «no sentía respeto alguno por las personas incapaces de controlar sus tendencias sexuales»” (1979:267).
En Holcomb, Bobby Rupp y Susan Kidwell lloran por la pérdida de su amiga durante las vacaciones de invierno. Bobby recuerda la última Navidad feliz que pasa en la casa de los Clutter.
Dick y Perry siguen vagando por el campo. Una tarde levantan a dos autostopistas en la ruta. Se trata de un anciano llamado Johnny y su nieto Bill, quienes les enseñan a coleccionar botellas del costado de las rutas para intercambiar por dinero.
El 30 de diciembre, Alvin Dewey recibe una llamada telefónica avisando que Perry Smith y Dick Hickock han sido arrestados en Las Vegas. Toda la familia Dewey festeja por la noticia.
Análisis
Luego de profundizar en la historia de Perry, en el principio de la parte “Respuesta” se hace foco en la vida de Dick. Sus tendencias criminales o antisociales son más difíciles de comprender que las de Perry, en tanto no se originan en negligencias durante su niñez. Dick proviene de una familia amorosa, con padres y hermanos que lo quieren. Perry incluso considera que “Dick sentía «veneración» por sus padres” (1979:256). Según el padre de Dick, “la razón por la que se dedicó a hacer maniobras de ese género, tiene relación con el accidente. Sufrió una conmoción cerebral en un accidente de coche. Desde entonces no volvió a ser el mismo” (1979:222). Aunque no se explicitan las consecuencias directas de su accidente, se sugiere que es un evento muy decisivo en su forma de vida.
La madre de Dick hace un comentario, en la visita de Harold Nye a su casa, que podría vincularse con el tópico de la homosexualidad. Comenta, sobre la primera vez que ve a Perry: “Yo no lo quise en casa. No había más que mirarle para saber qué clase de tipo era. Con aquel perfume. Y el pelo gomoso de brillantina. Era claro como el día dónde lo había conocido Dick” (1979:225). La posibilidad de que los protagonistas sean homosexuales continúa emergiendo y tiñe la percepción de los lectores sobre los hechos. En este caso, se caracteriza a Perry como una paria social. Aunque no se manifieste si los protagonistas mantienen una relación romántica, la homosexualidad funciona como símbolo de la alienación de los protagonistas respecto de las convenciones sociales.
La relación entre los protagonistas se tensa en este viaje que hacen “a ningún sitio en concreto” (1979:268). Cuando Perry espera a Dick en una lavandería automática y Dick se retrasa, comienza a preocuparse y a imaginarlo detenido por la policía. Cuando finalmente aparece, “El sonido de la voz de Dick fue como una fuerte inyección de narcótico, como el efecto de una droga que, penetrándole en las venas, le produjera un delirio de encontradas sensaciones: tensión y alivio, rabia y afecto” (1979:258). Estas emociones sirven para pensar el vínculo entre los protagonistas en general. Su relación se mantiene en un equilibrio inestable entre la competencia y el afecto.
En el episodio de Miami, se descubren las inseguridades de Dick y los límites en la tolerancia de Perry. Primero, Dick mira a un hombre rico de su edad y se pregunta: “¿Por qué aquel hijo de puta había de tenerlo todo y él nada?” (1979:266). Los deseos de ascenso social en Dick son evidentes, mientras que, en Perry, la preocupación por el dinero no es tan recurrente. Luego, Dick muestra interés sexual por una niña menor de edad. Ante esto, Perry se manifiesta asqueado, reprocha la conducta de Dick y desprecia su falta de control.
Mientras avanza su viaje, las personalidades de los protagonistas continúan polarizándose. Perry se vuelve más aprensivo y riguroso con él mismo mientras Dick se arriesga cada vez más. La fricción entre ellos escala, probablemente por la convivencia que experimentan en el viaje. A la vez, esta tensión funciona como una técnica narrativa: se construye el drama que conduce a la revelación de los eventos del 14 de noviembre, la noche en la que su rivalidad explota.
Respecto del tópico de la familia, esta parte establece un paralelismo entre los Clutters y Barbara, la hermana de Perry. Barbara construye una vida tradicional y estable y teme la invasión del mundo-otro que Perry representa: un mundo de resentimiento, pobreza y autodestrucción. Ella y Perry están divididos por la cuestión de su padre: Barbara respeta y admira a Tex John, mientras que Perry lo culpa por atrofiar su desarrollo intelectual: “Tengo buena inteligencia. Por si no lo sabes. Inteligencia y talento. Pero nada de cultura porque no me dejó aprender nada, no quiso que aprendiera más que a correr y trotar con él. Obtuso. Ignorante. Así es como él me quería. Para que nunca pudiera escapar de él” (1979:246). El hecho de haber sido privado de recibir una educación formal lo deja amargado y frustrado de por vida. En contraposición, la educación de Barbara le permite instalarse en una vida cómoda y respetable. La asociación entre Barbara y la familia Clutter se establece en un momento reflexivo de Perry: “Un buen día, se lo haría pagar, se divertiría, le hablaría, le haría propaganda de sus habilidades, le explicaría con todo detalle las cosas que él era capaz de hacerles a las personas como ella, a la gente respetable, segura y farisaica” (1979:257). En esta categoría de la “gente respetable”, Perry ubica tanto a Barbara como a la familia Clutter. De alguna manera, este enunciado es una amenaza para su hermana; le quiere hacer pagar por ser este tipo de persona que él no puede ser.
Finalmente, en el sueño de Al Dewey, los asesinos son elevados a un estatus épico, inhumano e invencible. Se expone la mitología del crimen no resuelto: fugitivos que representan la esencia del mal y causan estragos en los inocentes. Sin embargo, en la parte siguiente, cuando estén prisioneros, va a revelarse la fragilidad y la humanidad de los delincuentes. Podría pensarse que Capote establece un contraste deliberado al presentarlos tan exageradamente malignos para socavar esta percepción en las escenas siguientes. Esto despierta una pregunta más extensa sobre la obra en general: ¿hasta qué punto la historia está diseñada literariamente en función de la interpretación de Capote sobre los asesinatos? Esto nos remite a la pretensión de objetividad del cronista que debe respetarse en el periodismo. Las obras de no ficción permiten que el cronista exponga sus valoraciones subjetivas y personales y que se aleje de la objetividad pretendida en el periodismo. Por ejemplo, en esta parte, aparece la voz del “narrador”: “La tarde tocaba a su fin y el conductor del coche, un viajante de comercio de mediana edad que aquí llamaremos señor Bell, estaba cansado” (1979:229). Se admite que el nombre del conductor no es realmente Bell, sino que es un invento del narrador.
Otro rasgo de la no ficción presente en este fragmento es la elipsis sobre la captura de los protagonistas. Se pasa del saludo entre Dick, Perry, Bill y Johny a la llamada telefónica que recibe Alvin Dewey informando sobre los arrestos. Estos “cortes” en la linealidad cronológica de la historia delimitan pequeñas escenas y asemejan la novela a una película.