"Hay tantas cosas en esta habitación y son tan espléndidas, que no queda campo para la imaginación. Ese es un consuelo cuando se es pobre; hay muchísimas cosas que se pueden imaginar".
En este pasaje, la historia muestra cómo la pobreza ha forjado el carácter de Anne. La muchacha le señala a Diana que ella siempre ha querido tener cosas hermosas en su cuarto, pero finalmente no se siente segura de querer el lujo para ella. En su opinión, es mejor dejar espacio para la imaginación y los sueños antes que colmarlo todo con la opulencia de los objetos costosos. Una vida cargada de lujos puede echar a perder a la gente, empujándolos a la vanidad y el egoísmo. Los sueños, por otra parte, pueden motivar a las personas y empujarlas a progresar de forma saludable. Esta es la razón por la que Anne elige activamente ser una persona soñadora.
"Leí una vez en un libro que si la rosa tuviera otro nombre su fragancia sería la misma, pero no puedo convencerme de que sea cierto. No puedo creer que una rosa fuera tan linda si se llamara cardo o zapallo".
Esta cita es una referencia a las famosas líneas de Shakespeare en Romeo y Julieta: "Una rosa con cualquier otro nombre también olería dulce. Pero si usted la llama «lápiz», la gente podría resultar decepcionada". La mente joven e inquisitiva de Anne se preocupa particularmente por los nombres de las cosas. Insiste, por ejemplo, en ser llamada Cordelia, puesto que le suena mucho más fascinante y bello que su propio nombre. Con un nombre exótico, Anne espera poder escapar de su vida mundana, aunque sea solo por un segundo. Para ella, un nuevo nombre implica una nueva identidad, y una nueva identidad puede implicar un nuevo comienzo, más allá de su pasado traumático. Sin embargo, Marilla le responde de forma cortante, "creo que lo que tiene importancia no es cómo se llame una persona, sino cómo se comporte" (p. 52).
"Gilbert Blythe ha herido vivísimamente mis sentimientos".
Gilbert Blythe trata de llamar la atención de Anne, pero cuando no lo consigue toma una de sus trenzas y la llama "zanahorias". Anne desata su temperamento aguerrido contra él, rompiéndole la pizarra en la cabeza. Este intercambio termina con un castigo para la niña que deriva en años de enemistad entre Anne y Gilbert, a pesar de que el muchacho trata de hacer las pases en más de una ocasión. La humillación que siente Anne cuando el profesor la coloca frente a la clase y se burla de ella es demasiado para su sensibilidad. Por eso, le dice a Diana que nunca perdonará a Gilbert, y en los años siguientes se mantiene firme en su resolución, lo que pone de manifiesto que el temperamento terco y obstinado de Anne será un tema de gran importancia todo a lo largo de la novela.
"Me encuentro sepultada en los abismos de la desesperación. ¿Puede usted comer cuando se encuentra en los abismos de la desesperación?".
Cuando Anne se entera de que no era deseada en Tejados Verdes es embargada por la pena y se ve incapaz de comer la cena que Marilla ha preparado. La niña le explica a Marilla que esto se debe a que se encuentra "en los abismos de la desesperación". Marilla, por su parte, nunca se ha sentido de esa forma, ni siquiera lo ha imaginado. La naturaleza de Anne la empuja a picos de alegría y de emoción con la misma facilidad con la que puede hundirla en la desesperación cuando las cosas no salen como ella desea; ese es un rasgo constitutivo de la personalidad de la niña. Marilla encuentra problemática esta conducta de Anne de arrojarse en cuerpo y alma a cada situación, y está preocupada por todas las decepciones que la niña pueda encontrar en su vida. Sin embargo, Anne clama que disfruta pensando en el futuro, incluso si tiene que lidiar con eventos decepcionantes.
Esta cita refiere a un momento particularmente triste en la vida de Anne y da al lector una idea de su personalidad: La niña es muy sensible y, a la vez, muy consciente de sus sentimientos: en general, es siempre capaz de describir con tino cómo se siente, por lo que es fácil para el lector identificarse con sus problemas.
"¿No es hermoso pensar que mañana es un nuevo día, todavía sin errores?".
Anne la de Tejados Verdes narra tanto los éxitos como los fracasos en las aventuras de Anne. A menudo, Marilla se siente frustrada por la impulsividad de la niña y la critica por esa razón. Cuando reflexionan sobre el accidente de Anne al hacer una torta con linimento anodino en lugar de de vainilla, ella menciona que nunca conoció a nadie con el talento de Anne para cometer errores. Estos "errores" constituyen a menudo los momentos más entretenidos de la novela, por no mencionar la conexión que se establece gracias a ellos entre Anne y los lectores. Ella es una niña dulce pero imperfecta, y esta cita optimista demuestra que Anne está muy al tanto de sus propios defectos, admite sus errores sin problemas y desea progresar día a día, más allá de cualquier dificultad con que se encuentre.
"¿Por qué la gente tiene que arrodillarse para rezar? Si yo realmente quisiera rezar, voy a decirle lo que haría. Iría a un campo grande, solitario, o me internaría en lo más profundo del bosque; miraría al cielo, arriba, arriba, arriba, a ese maravilloso cielo azul que parece no tener fin. Y entonces, realmente sentiría una plegaria".
En este pasaje, Anne critica algunos aspectos de la religión institucionalizada. Avonlea es un pueblo muy religioso, y Anne manifiesta algunos inconvenientes a la hora de acercarse a los deberes tradicionales de la comunidad religiosa. En cambio, para ella la religión se relaciona más con la admiración por el mundo que Dios ha creado y con la manifestación de amor a través de la apreciación de la naturaleza que con reglas estrictas sobre el comportamiento. En un sentido, esta cita muestra qué tan individualista es Anne al despreciar las prácticas religiosas convencionales.
"Ahora es sensata y digna de confianza. Antes temía que no se curara de sus yerros, pero no fue así, y ahora no temería confiarle nada".
En este pasaje, Marilla habla con Rachel Lynde sobre Anne, y destaca lo mucho que ha crecido y madurado. Anne ha progresado visiblemente: ha logrado domesticar su temperamento explosivo hasta convertirse en una persona servicial y amorosa. En los próximos capítulos, se hace evidente que Anne ha madurado cuando decide quedarse en Tejados Verdes para cuidar a Marilla y ayudarla con la casa cuando comienza a perder la visión.
"Pero me gustaría parecer ridícula igual que todas las demás en lugar de lisa y sencilla yo sola".
Debido a su crianza en la pobreza, una de las mayores preocupaciones de Anne es verse hermosa. La niña tiene una fijación por sus pecas y su cabello rojo, pero sabe que no puede cambiarlos. Sin embargo, siente que algo que podría cambiar es el modo en que viste. Poco después de aceptarla en Tejados Verdes, Marilla le hace tres vestidos, simples en diseño y colores. Anne le dice a Marilla que le gustaría que al menos uno de aquellos vestidos tuviera mangas abullonadas, pues es lo que está a la moda. Marilla le responde que las mangas abullonadas llevan mucho género y se ven ridículas, lo que causa la protesta de Anne reflejada en esta cita seleccionada, que muestra que la niña no quiere dichas mangas solo porque piensa que son bonitas, sino que lo que busca es poder encajar entre las otras niñas. Anne siempre se siente diferente al resto debido a su cabello y a su personalidad, y piensa que la moda es quizás un modo de lograr pertenecer a un grupo.
"Hace 5 minutos me sentía tan triste que deseaba no haber nacido, y ahora no me cambiaría por un ángel".
Esta cita ejemplifica la magnitud de los cambios de humor de Anne. Las decepciones la afectan muchísimo, al punto de estallar en llanto y gritarle a la gente que tiene alrededor, pero de la misma forma, Anne también puede verse golpeada por el asombro y la felicidad cuando algo bueno le sucede. Esta cita corresponde al momento en que Marilla le vuelve a permitir participar del picnic organizado por la Escuela Dominical que Anne tanto deseaba. La niña utiliza la hipérbole para mostrarle a Marilla que tan agradecida está al obtener su permiso.
"Los espíritus gemelos no escasean tanto como yo creía. Es esplendido descubrir que hay tantos en el mundo".
Cuando Anne llega a Avonlea, no ha experimentado aún relaciones positivas en toda su vida: ha sido obligada a trabajar por sus guardianas y luego a vivir en el orfanato, donde otras niñas la maltrataban. En Avonlea, todo cambia positivamente; Anne puede vivir como corresponde a una niña, y su imaginación y sentido del humor la ayudan a hacer muchos amigos entre otros niños y también entre los adultos. Esta cita refiere a un momento en el que Anne se ha hecho amiga de la tía de Diana, Josephine, quien en general es una mujer muy estricta. Esta amistad le demuestra a Anne que las conexiones emocionales pueden darse incluso entre personas que a simple vista no tienen ninguna similitud que las una.
