A lo largo de esta novela, los personajes se enfrentan a decisiones difíciles que les obligan a cuestionar sus valores y creencias. Estas decisiones no siempre son sencillas, y el narrador deja que el lector decida lo que cree que está bien o mal. El uso de la primera persona permite a Javier Marías, crear una sensación de intimidad entre el lector y el personaje. Permite también a los lectores experimentar de primera mano la confusión y la frustración que siente Juan al intentar dar sentido a los matrimonios de su padre.
La trama de la novela se centra en el personaje de Juan, un traductor acosado por el suicidio de su madre, la primera esposa de su padre. La esposa de Juan, Luisa, también es traductora, y ambos comparten la pasión por las lenguas. Sin embargo, su matrimonio se resiente cuando Marías (personaje) explora las formas en que los secretos pueden envenenar incluso las relaciones más íntimas. A Juan le persiguen los secretos de su familia desde que su madre se suicidó cuando él era un niño. Su vida da un vuelco cuando descubre extraños sucesos en los matrimonios de su padre con tres mujeres. El suicidio de su madre siempre le ha pesado, y la relación con su padre es, en el mejor de los casos, tensa. Sin embargo, a pesar de toda la disfunción familiar, Juan sigue sintiendo una profunda conexión con ella.
Al final, Juan se da cuenta de que, aunque su familia sea particular, siguen siendo las personas que más le quieren. En la novela, vemos lo difícil que puede ser sobrevivir incluso a las relaciones más fuertes cuando hay secretos de por medio. El secreto es uno de los grandes temas que aborda este texto. El amor familiar se muestra como un sentimiento más sencillo, pero no ello menos poderoso, que el amor romántico; no requiere grandes gestos ni muestras de emoción, sino que simplemente existe entre sus miembros.
Marías también examina la institución del matrimonio y las formas en que puede sostener y destruir una relación. Explora la noción de traición, tanto en términos de infidelidad matrimonial como de ocultamiento de información y retención de secretos. En particular, se centra en cómo el acto de guardar secretos puede conducir en última instancia a la ruptura de la confianza. En última instancia, Marías sugiere que incluso las intenciones más bienintencionadas pueden verse empañadas por la presencia de secretos.
