Distancia de rescate

Distancia de rescate Símbolos, Alegoría y Motivos

El hilo sisal (Símbolo)

El hilo sisal simboliza la distancia de rescate. Aparece en la migración de David: la mujer de la casa verde entra al cuarto con el niño “con un gran ovillo de hilo sisal y un ventilador de mano” (2018:30). Este ritual corta el hilo que une a David con su madre porque divide su espíritu en dos. En ese sentido, Carla deja de reconocer a su hijo porque el hilo invisible que los une se corta.

En el episodio final de la novela, luego de la muerte de Amanda y la huida de Carla, el hilo aparece en una pequeña campana en la entrada de la casa de Omar y en varias fotografías de la casa: “cada foto cuelga de la anterior atada por el mismo hilo sisal” (2018:120). Además, David ata muchos objetos con hilo sisal. Este gesto es significativo porque David y la parte de Nina que vive en él buscan recomponer el lazo que los había unido con sus respectivas madres.

El pájaro muerto (Símbolo)

El pájaro muerto es el primer indicio de los efectos nocivos de la industria agrotóxica en la novela. En el momento en el que David se intoxica, Carla ve un pájaro muerto en el río: “Entonces vi el pájaro muerto. Estaba muy cerca, a un paso de David.” (2018:20). De alguna manera anticipa el final del caballo de Omar y el de David, si Carla no lo hubiese llevado a la casa verde.

Las manos con barro (Motivo)

Un motivo es un elemento que se repite a lo largo de una obra literaria. En Distancia de rescate las manos de los infantes llenas de barro reaparecen en varias oportunidades y son importantes para la trama, se vinculan con la intoxicación. Desde el epígrafe de Toque de queda de Jesse Ball se nombran las manos: “Por primera vez en mucho tiempo,/ bajó la vista y se miró las manos./ Si han tenido esta experiencia,/sabrán a qué me refiero” (2018:9).

En varias oportunidades las manos aparecen sucias. Por ejemplo, en la intoxicación de David: “David se había acuclillado en el riachuelo, tenía las zapatillas empapadas, había metido las manos en el agua y se chupaba los dedos” (2018:20). En este caso las manos funcionan como vehículo del veneno de los pesticidas que intoxican al niño. Luego de la migración en la casa verde, Carla repara en el detalle de sus manos: “Me quedé mirándole las manos sucias” (2018:32).

En la salita médica, cuando Amanda y Nina reciben el diagnóstico de insolación y Amanda se encuentra débil y mareada por la fiebre, Nina la guía llevándola de la mano: “Sobre mi mano, la mano de Nina todavía parece querer retenerme. Es una mano pálida y sucia” (2018:96). En este caso las manos funcionan como una conexión entre madre e hija durante su intoxicación.

Por último, en la parte final de la novela, las manos sucias de David le permiten a Amanda reconocer en él a la parte que contiene del espíritu de Nina: “Una mano estirada apenas hacia el topo de Nina, disimuladamente, los dedos sucios apoyados sobre las patas del peluche, como si intentaran retenerlo” (2018:123).

“Eso no es importante” (Motivo)

El relato-marco de la novela es la conversación entre Amanda y David mientras ella se encuentra al borde de la muerte en la salita de emergencia. David guía el relato de Amanda con preguntas que buscan llegar a “lo importante”, el descubrimiento del momento en el que Amanda y Nina se intoxican. Sin embargo, durante una gran porción de la novela, no es claro cuál es el enigma que David quiere develar. En reiteradas ocasiones Amanda describe momentos de sus días de vacaciones en el campo y David contesta “Nada de esto es importante” (2018:13). Los detalles del relato que no son funcionales para develar el misterio de David son considerados una pérdida de tiempo: “Esa es una opinión tuya. Eso no es importante” (2018:28).

Sin embargo, este enunciado se repite en la vida de David desde antes de conocer a Amanda. Carla le cuenta a Amanda los cambios que sufre David luego de su intoxicación y migración. Habla menos, tiene marcas en la piel y repite este motivo reiteradamente. Carla explica la singularidad de David:

Extraño puede ser solamente la frase «eso no es importante» como toda respuesta. Pero si tu hijo nunca antes contestó de esa manera, la cuarta vez que le preguntás por qué no come, o si tiene frío, o lo mandás a la cama, y él responde, casi mordiendo las palabras, como si todavía estuviera aprendiendo a hablar, «eso no es importante», yo te juro Amanda que te tiemblan las piernas (2018:70).

Además de funcionar como una guía para el relato de Amanda, en una entrevista con Infobae, Schweblin admite que el motivo es útil también en su momento de escritura: “[qué es lo importante] fue una especie de leitmotiv para escribir, es una pregunta que me hago todo el tiempo cuando escribo, pero sobre todo con este texto. Es una pregunta que tiene que ver con cómo construyo mis mundos literarios, es una pregunta tonal en mi cabeza” (2014).

"¿Dónde está Nina?" (Motivo)

Durante la novela, el enunciado “dónde está Nina” se repite 14 veces. Es una pregunta que formula Amanda repetidamente desde la salita de emergencias en la que conversa con David. La primera vez que Amanda pregunta dónde está Nina, David le contesta “Eso no es importante” (2018:35) y Amanda responde “Eso es lo único importante” (2018:35). En esta primera conversación se disputa la pregunta por “lo importante” entre Amanda y David. Con el transcurso de la novela se devela que de algún modo ambos están preocupados por lo mismo, la relación entre las madres y sus hijos.

La pregunta de Amanda tiene que ver con un deseo de cuidar a su hija, con un intento por medir la distancia de rescate. Significativamente, en la primera parte de la novela Amanda se pregunta “Cómo puedo medir mi distancia de rescate si no sé dónde está” (2018:25). La pregunta recurrente de Amanda tiene que ver con su deseo de cuidar a Nina y de calcular la distancia de rescate.

A la vez, Amanda habla desde su lecho de muerte, muy confundida por la fiebre alta. La repetición tiene que ver también con el estado de confusión en el que se encuentra la protagonista.

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