El gallo (Símbolo)
A lo largo de la novela, el significado del gallo como símbolo toma diferentes valores según el personaje. En un primer momento, representa la relación entre el matrimonio y su difunto hijo Agustín. Así, se dedican a mantenerlo y cuidarlo porque es la forma de prolongar el vínculo con el muchacho a pesar de su ausencia.
Pero, al enterarse de su valor, el animal simboliza la esperanza de mejora económica del coronel; sin embargo, para los compañeros de Agustín se concibe como un símbolo político, cuyo triunfo representa una voluntad de cambio para todo el pueblo. Esta concepción explica por qué lo alimentan y cuidan con esmero. Por otra parte, para la mujer del coronel representa una locura que los conducirá a la ruina. Finalmente, para don Sabas, a quien toda idea de cambio en este momento sólo puede repeler, el gallo tiene únicamente valor económico.
La carta (Símbolo)
La carta simboliza la esperanza del coronel de que llegue su pensión. A pesar de los años sin respuesta, el protagonista confía en que las instituciones públicas finalmente logren enviarle su merecida pensión. Esta actitud exhibe cierta ingenuidad, que lo muestra incapaz de resignarse o de tomar cartas en el asunto de manera activa. En la novela, este símbolo también funciona como una crítica al sistema burocrático y su ineficacia. Así, la ausencia de la carta exhibe las promesas incumplidas por parte del Estado y las consecuencias brutales que conlleva esta injusticia.
La lluvia (Símbolo)
En la novela, la lluvia simboliza la monotonía del cotidiano y la dinámica de las acciones del relato en general. Cuando comienza la historia en el mes de octubre, es temporada de lluvias en el pueblo; a lo largo de los días, los diluvios dan la sensación de que el tiempo se repite de manera cíclica. Este hecho representa, de manera simbólica, el estancamiento de la historia, su aparente falta de futuro, la monotonía de la vida diaria. En este punto, el coronel se siente mal físicamente en el mes de octubre, lo que refuerza la idea de una realidad exterior que condiciona la subjetividad del personaje.
El paraguas (Símbolo)
En la novela, el paraguas representa el paso del tiempo y la decadencia que atraviesa la familia del coronel. Al principio de la novela, su esposa observa que, del viejo y elegante paraguas familiar, sólo quedan las varillas metálicas. Así, exhibe que el tiempo y la vida precaria de la familia son capaces de transformar un objeto tan distinguido y valioso como un paraguas en una pieza arruinada, sin valor.
Las enfermedades (Símbolo)
En la novela, las enfermedades simbolizan el deterioro y la decadencia en la que está inmerso el pueblo. El estreñimiento del coronel y el asma de su mujer, dolencias que atormentan a ambos protagonistas, expresan la presencia de una realidad sombría, miserable y tortuosa, que no se contenta únicamente con condicionar su existencia material –a veces, no pueden ni siquiera pagar la consultas al médico- sino que también los expone a dolores y secuencias desagradables.