El protagonista huye de su ciudad para buscar su identidad, pero la encuentra al regresar (Ironía dramática)
Una de las ironías centrales de la novela es que el protagonista, Manuel, busca su identidad viajando por todo el mundo, alejándose de su ciudad natal, Mágina. La ironía radica en que, a pesar de recorrer el mundo, solo logra entender su verdadera identidad al regresar a Mágina y reconectarse con su familia y su lugar de origen. La búsqueda de la identidad, que inicialmente lo alejó de su hogar, finalmente lo lleva de regreso a sus raíces.
Don Mercurio huye de su ciudad para no enfrentar sus problemas, pero se encuentra con otros peores (Ironía dramática)
Don Mercurio, el bisabuelo de Manuel, huye de Madrid a Mágina para escapar de problemas legales. Sin embargo, esta huida a un pequeño pueblo rural no evita el conflicto y el sufrimiento en su vida. Termina involucrándose en la Guerra de Cuba y, de alguna manera, se encuentra en un lugar tan peligroso como Madrid, lo que subraya la ironía de cómo escapar de un problema puede llevar a otros desafíos inesperados.
Los personajes sienten nostalgia por un pasado, pero evitan recordar que ese pasado fue peor que el presente (Ironía dramática)
Tanto Manuel como su bisabuelo Don Mercurio sienten nostalgia por sus respectivos pasados. Don Mercurio añora su juventud y el romance con Águeda, mientras que Manuel siente nostalgia por su infancia en Mágina. La ironía es que ambos personajes idealizan el pasado, pero al explorar sus recuerdos, descubren que sus vidas pasadas estuvieron llenas de sufrimiento, decisiones cuestionables y complejidades no reconocidas en su juventud.
