Eduardo Galeano
Eduardo Galeano es caracterizado como un hombre de muchas capas en el libro. Tiene una mujer llamada Helena. Es a la vez analítico y reflexivo, crítico con la autocomplacencia y la injusticia, pero también lleno de empatía y comprensión. Es un narrador apasionado, que entrelaza sus propias experiencias, las de sus amigos y familiares y las leyendas indias para crear imágenes vívidas y memorables. Es a la vez testigo de las luchas de sus amigos, familiares y otros artistas y partícipe de la celebración de las contradicciones. Reflexivo e introspectivo, echa la vista atrás sobre su vida y la de los que le rodean, pero también esperanzado, mirando al futuro con optimismo y alegría. Es un amante apasionado de su tierra natal, y su añoranza del hogar es evidente en sus escritos. Es un romántico, que refleja en sus escritos la belleza y el misterio de la naturaleza, pero también un realista, que habla con franqueza de los traumas de la vida. Por encima de todo, es un viajero nostálgico que, tras años de exilio, siente una poderosa y nueva añoranza en su regreso a Uruguay.
Alastair Reid
Alastair Reed es un poeta escocés y estudioso de la literatura sudamericana que aparece en El Libro de Los abrazos. Reed es retratado de forma positiva cuando cuenta lo confundidos que se quedaron sus vecinos cuando vieron un anuncio de una máquina de remo: ¿por qué querrías remar en el mismo sitio y no acabar en ninguna parte después del esfuerzo? Su historia es humorística y sirve para ilustrar la desconexión entre culturas y el modo en que las personas piensan de forma diferente. Esto contrasta con las historias más serias de los amigos y familiares de Galeano, que han perdido su dignidad bajo la tiranía mientras siguen intentando crear. A través de su historia, Reed se presenta como un forastero capaz de observar y encontrar el humor en la extraña desconexión entre culturas. También se presenta como un símbolo de esperanza para los amigos de Galeano, ya que su historia de remar en su sitio simboliza cómo pueden seguir creando y encontrando esperanza a pesar de sus circunstancias opresivas.
Nelson Valdes
Nelson Valdés es un futbolista paraguayo amigo de Eduardo Galeano, autor de El Libro de Los abrazos. Nelson Valdés aparece en uno de los relatos del libro, donde narra un viaje en autobús en La Habana, Cuba. En la historia, el conductor del autobús se detiene para cortejar a una novia, y los pasajeros se rebelan contra la parada no programada tomando el autobús. Esta historia refleja el ingenio y la creatividad de Nelson Valdés para encontrar una solución a un problema inesperado. También muestra su valentía para actuar, ya que es él quien reúne a los demás pasajeros para tomar el autobús. Además, pone de relieve su sentido de la solidaridad y su espíritu comunitario, ya que utiliza la fuerza colectiva de los pasajeros para hacer que el conductor del autobús acceda a sus demandas. El personaje de Nelson Valdés, por lo tanto, demuestra que es un individuo audaz, resistente e ingenioso, con un fuerte sentido de comunidad.
Helena
Es la mujer de Eduardo Galeano. Helena se presenta en el libro como un personaje fuerte y mágico. Es una soñadora y tiene el poder de hacer que los sueños se hagan realidad, como se describe en el fragmento en el que se la ve en una torre con largas trenzas que desprenden sueños. También se describe a Helena como paciente y resistente; es capaz de aceptar los momentos difíciles y dolorosos de su vida con valentía y gracia, como cuando sufrió un aborto espontáneo. Por último, Helena es un símbolo de esperanza y optimismo; en el último fragmento, el regreso de Galeano a Uruguay tras finalizar su periodo de exilio se describe como una vuelta a casa, en la que el sueño de Helena de un futuro mejor se hace realidad.
Generales en el poder en Uruguay
El carácter de los generales en el poder en Uruguay en El Libro de Los abrazos de Eduardo Galeano es retratado de forma negativa. Galeano critica la complacencia con que algunos en América Latina aceptan las dictaduras, burlándose de que en esos países "A nadie le importa mucho que la política sea democrática mientras la economía no lo sea". También destaca el sufrimiento causado por sus tiránicas reglas, como la pérdida de dignidad y libertad de poetas, escritores y artistas. También menciona las pintadas que se ven en las paredes en sus viajes, en las que se lee "Asiste a la policía: tortúrate", lo que habla de las tácticas opresivas y de alarmismo de los generales. Por último, la alegría de Galeano al final del libro, cuando el control de los generales sobre el país se desvanece poco a poco, es palpable. Escribe: "Y supe que había estado añorando mi hogar y que había llegado la hora de poner fin a mi exilio". Aquí, Galeano expresa la alegría de la liberación del régimen opresor de los generales.
