El niño africano es una novela autobiográfica escrita por el autor guineano Camara Laye y publicada por primera vez en París, en lengua francesa, en 1953. El libro reconstruye las memorias de la infancia y la adolescencia del autor en diferentes partes de Guinea, país de África Occidental que, por entonces, es una colonia de Francia. Laye, el protagonista, recuerda con afecto a sus familiares, en particular a su madre y a su padre, y a sus amigos, y reconstruye la historia de su educación pasando por diferentes escuelas. Dado que se narra el pasaje de la niñez a la adultez del protagonista y narrador, se trata de una novela de aprendizaje. Así, se cuentan de manera cronológica, desde que Laye tiene cinco o seis años, los episodios de su transición hacia la vida adulta, como un proceso en el cual el personaje crece, se forma, y gana conocimientos y nuevas perspectivas sobre el mundo.
La narración también pone el foco en diversas tradiciones, tanto musulmanas como malinké, y comenta cómo el protagonista va incorporando hábitos y prácticas occidentales (europeas) a partir de su contacto con la educación francesa. Si bien se trata de un relato realista que reconstruye una biografía y un determinado contexto histórico, explicando el modo de vida guineano a los lectores occidentales, la novela también incorpora juegos retóricos, elementos simbólicos y episodios sobrenaturales para exhibir la convivencia de lo espiritual y lo mágico en las vidas cotidianas de los personajes. Es decir, no se trata de un mero informe etnográfico, sino que la escritura de Laye es estética y literaria. La religión, la familia, la comunidad y el exilio son algunos de sus temas principales, pero, a su vez, el texto recupera constantemente las emociones, las sensaciones, los pensamientos y las opiniones del protagonista a medida que crece.
Inmediatamente después de ser publicada, la novela es aclamada por la crítica, y en 1954 recibe el prestigioso premio suizo Charles Veillon. Además, se la considera una de las obras fundacionales de la literatura francófona escrita por autores africanos. Asimismo, se trata de una de las narraciones africanas más leídas por el público francés, y se encuentra entre las obras literarias africanas más traducidas hasta el presente. Su relevancia cultural ha sido tan destacada que en 1995 el realizador francés Laurent Chevallier estrena la película L'Enfant noir, inspirada en el libro, y en 2010 Camara Anzoumana, primo de Camara Laye, publica un cómic basado en la novela, también titulado L'Enfant noir.