El sabueso de los Baskerville es la tercera de las cuatro novelas policiales que sir Arthur Conan Doyle escribió con el detective Sherlock Holmes como protagonista. Fue publicada por entregas entre 1901 y 1902, en The Strand, una revista que se hizo conocida por haber popularizado las historias anteriores del autor.
La novela fue escrita ocho años después de que el autor hubiera matado a Sherlock Holmes en su relato "El problema final". Esta decisión trajo consecuencias económicas visibles para The Strand: más de veinte mil personas abandonaron su suscripción. Por suerte, "El problema final" planteaba un final abierto, lo que permitió que Doyle pudiera, finalmente, volver a escribir sobre sus aventuras.
Para escribir la novela, Doyle se inspiró en elementos de la vida de su amigo Bertram Fletcher Robinson. Llamó al personaje Sir Henry Baskerville en honor al jardinero de Robinson, llamado Harry Baskerville. Doyle había conocido a Robinson en un viaje de vuelta de Sudáfrica, y Robinson, corresponsal del Daily Express, le habló de una leyenda de su región natal, Devon, Inglaterra. Más tarde, Doyle escribiría a su editor que sentía la necesidad de que el nombre de Robinson apareciera junto al suyo, ya que consideraba que la idea central de la novela era gracias a él. Así, el epígrafe de la novela le agradece por haberlo ayudado tanto “en el argumento como en la descripción local.”
Robinson mostró a Doyle el páramo, conocido como Dartmooor, en el que se basa la historia. La atmósfera de un lugar deshabitado por el hombre es omnipresente en la historia, y marca una diferencia con muchas de las otras historias de Sherlock Holmes de Doyle, en la medida en que está ambientada en el campo y no en Londres.
Este espacio desamparado y terrorífico da rienda suelta a los fenómenos paranormales que invaden El sabueso de los Baskerville. En este sentido, la novela encaja dentro de la tradición literaria del gótico inglés. Este género, muy popular durante el siglo XIX en Europa, particularmente en Inglaterra, suele situar las narraciones en espacios generalmente aislados. En ellos, los protagonistas se encuentran amenazados por situaciones extrañas, caracterizadas por la presencia de elementos sobrenaturales y personajes atormentados y tortuosos. El sabueso de los Baskerville cuenta con algunas de estas características: una maldición familiar y la leyenda de un perro paranormal y diabólico, un héroe varado en un lugar extraño, lúgubres mansiones y ruinas que albergan siniestros secretos, sombras oscuras y paisajes espeluznantes cubiertos de niebla.
Además de su filiación al gótico inglés, El sabueso de los Baskerville mantiene las características del género policial propio de las novelas de detectives. Si bien los elementos sobrenaturales representan una dificultad para Sherlock Holmes y su compañero John Watson, los protagonistas utilizan la razón y los métodos científicos de observación, análisis y conclusión para comprender qué hay detrás del enigma que atormenta a la familia Baskerville.