“¿Cómo sabe lo que estoy haciendo? Voy a creer que tiene usted ojos en la nuca” (p.14). (Metáfora)
En esta cita, Watson da a entender que la capacidad de observación de Holmes es tal que logra deducir todo sin necesidad de explicaciones. Así, dice que el detective tiene “ojos en la nuca” porque nada queda fuera del alcance de su visión. No hay detalle alguno que Sherlock pueda perderse.
“Puede que usted no sea por sí mismo luminoso, pero sí que es un conductor de luz” (p.15). (Metáfora)
Para describir a su compañero, Sherlock lo define como un conductor de luz. Esta metáfora muestra que Watson es incapaz de generar luz por sí mismo y que su importancia es, especialmente, transmitir la luz de los demás. En este sentido, la “luz” es metáfora de la inteligencia descomunal de Sherlock. En esta definición, el detective sugiere que el rol de su compañero es guiarlo hacia la verdad y la respuesta, pero que no es capaz de lograr llegar a ellas por sí solo.
“Me atrevo a jurar que antes de la noche de mañana estará atrapado en nuestra red, tan impotente como una de sus mariposas” (p.131). (Metáfora y Símil)
En esta cita, Holmes utiliza una metáfora y un símil para dar cuenta de la situación de Stapleton. La metáfora de la red remite a que tanto Watson como el detective tienen poder sobre el naturalista, ya que lograron dominarlo con sus estrategias y dejarlo sin escapatoria alguna. A su vez, esta metáfora evoca la red de mariposas que tenía Stapleton, usada para capturar insectos raros. Por esto, Sherlock compara al criminal con una mariposa: como una pieza de su colección, quedará atrapado, inmóvil, sin posibilidad de escapar.
“Con su traje de pana y capa de tela, parecía un turista más en el páramo” (p.116). (Símil)
Por su atuendo, Watson compara a Sherlock con un turista. Así, destaca la elegancia del detective, aun cuando lleva días viviendo en condiciones inhumanas, durmiendo en una cueva. Este aspecto de Sherlock muestra la atención que le presta a los detalles: no puede ser desprolijo ni siquiera bajo las circunstancias más adversas.
“El calor del aprecio de Holmes me ablandó” (p.118). (Metáfora)
Luego de descubrir que Holmes no confiaba en su capacidad de resolver el crimen, Watson se siente decepcionado. Sin embargo, cuando el detective lo felicita por la calidad de sus informes, Watson cambia de parecer. El narrador utiliza dos metáforas para describir este estado: por un lado, el “calor” remite a que Sherlock fue afectuoso con sus elogios. Por otro lado, Watson dice que se “ablandó”; las palabras del detective lo conmovieron y lo hicieron olvidarse de su enojo.